Violencia en Río de Janeiro: al menos 60 muertos en operativos policiales contra Comando Vermelho

Una ofensiva con 2.500 agentes, helicópteros y blindados buscó capturar a capos de la organización criminal en los complejos de Alemão y Penha. La acción dejó cuatro policías caídos, decenas de detenidos y un debate sobre los límites de la fuerza estatal en barrios densamente poblados
Río de Janeiro amaneció este martes bajo fuego. Desde las primeras horas, helicópteros, blindados y drones de la policía irrumpieron en los complejos de Alemão y Penha, dos de las mayores favelas del norte carioca, en una ofensiva contra el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. El balance al cierre de la jornada era estremecedor: 64 muertos, entre ellos cuatro agentes, y más de 80 detenidos.
La operación comenzó antes del amanecer con bloqueos vehiculares en las autopistas que rodean los complejos y el cierre de avenidas estratégicas. Helicópteros sobrevolaron las favelas desde la noche anterior, mientras vehículos blindados rompían barricadas de neumáticos incendiados. Drones detectaron movimientos y guiaron el avance de 2.500 agentes por las callejuelas estrechas.
Las autoridades incautaron 42 fusiles de alto calibre y detuvieron a 81 personas. Desplegaron una treintena de vehículos blindados, dos helicópteros, drones de reconocimiento y ataque, y diez vehículos de demolición para abrir paso por rutas obstruidas.
El principal objetivo de la operación era Edgar Alves de Andrade, alias "Doca" o "Urso", señalado por la Fiscalía como jefe regional del Comando Vermelho en el conjunto de favelas de Penha. Nacido en Paraíba en 1970, Doca acumula más de un centenar de causas judiciales por homicidio, tráfico de drogas, tortura y asociación criminal. Las autoridades lo vinculan con la coordinación del negocio del narcotráfico en Vila Cruzeiro y Morro do Sao Simao, así como con ataques a delegaciones policiales en 2025. Las autoridades mantienem una recompensa de 100.000 reales (unos17.500 dólares) por información que conduzca a su captura.
"El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha sido especialmente implacable en su política contra el Comando Vermelho. Este ataque fue, según fuentes locales y la propia prensa brasileña, el más letal contra grupos criminales en la historia de la ciudad. Tres de las cuatro operaciones con más muertos han ocurrido durante su mandato", dijo Chris Dalby, director del observatorio World of Crime, a Infobae.
El Comando Vermelho nació en 1979 en una cárcel de Río de Janeiro y se ha transformado en una estructura de ámbito nacional, considerada como una de las dos organizaciones criminales más grandes de Brasil. Opera mediante una red descentralizada: capos en cárceles, lugartenientes en favelas, soldados que controlan los puntos de venta y una sofisticada red de lavado de dinero. Su poder se sustenta no solo en el narcotráfico, sino en el control territorial de barrios donde el Estado históricamente está ausente.
Según la fiscalía coordinadora del combate al crimen organizado, el complejo de Penha y Alemão es "un punto estratégico para el flujo de drogas y armas" por su cercanía a varias autopistas y accesos logísticos de la ciudad. El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, calificó la acción de "guerra" y afirmó que Río está "sola en este enfrentamiento". Señaló que el narcotráfico dispone de armas entregadas por redes internacionales y que las Fuerzas Armadas rechazaron hasta tres veces su pedido de apoyo con blindados.
Dalby señala que el gobernador Castro ha sido acusado de no aplicar la misma fuerza en los territorios bajo control de las milicias, formadas por ex policías y militares.
