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Formosa acelera hacia el futuro: la movilidad eléctrica ya es una realidad cotidiana

En una provincia donde la moto es parte de la vida cotidiana, la movilidad eléctrica deja de ser promesa para convertirse en transformación. Formosa avanza hacia un modelo de transporte más limpio, accesible y sustentable, impulsado por emprendimientos locales y una conciencia energética acorde a tendencias mundiales.

En Formosa, una provincia donde la moto es el medio de transporte cotidiano de miles de personas, hablar de movilidad eléctrica ya no es una utopía. Hace tiempo, es una realidad que se empieza a consolidar con iniciativas locales que buscan transformar no solo la manera de desplazarse, sino también la relación con el entorno, la economía familiar y la energía que usamos.

La irrupción de las motocicletas eléctricas representa mucho más que una innovación tecnológica. Es un símbolo de cambio en un contexto donde el costo del combustible, la conciencia ambiental y la búsqueda de independencia energética se entrelazan.

De la combustión al silencio: cómo funciona la movilidad eléctrica

A diferencia de los motores de combustión interna, los motores eléctricos no necesitan explosiones ni combustible para moverse. Transforman directamente la energía almacenada en baterías (generalmente de iones de litio) en movimiento mecánico. Este cambio de paradigma reduce de manera drástica el impacto ambiental y los costos de mantenimiento, dos factores clave en la economía cotidiana de los usuarios.

 Este medio de transporte ya es utilizado por muchos formoseños. Imagen: Navarrete Motos Eléctricas.
Las motos eléctricas no requieren aceite, filtros ni bujías. Se cargan simplemente conectándolas a un enchufe hogareño. La autonomía, que ronda entre 55 y 65 kilómetros por carga, las convierte en vehículos ideales para la movilidad urbana: ir al trabajo, hacer compras o realizar entregas. Además, su arranque instantáneo y la ausencia de ruido transforman la experiencia de conducción. El silencio deja espacio a una sensación nueva: la de moverse sin contaminar ni gastar de más.

Pero no todo es simple. La autonomía limitada y los tiempos de carga aún representan desafíos para quienes necesitan recorrer distancias más largas. Sin embargo, estos obstáculos están siendo superados gracias a avances en la eficiencia de las baterías y la instalación progresiva de puntos de carga en distintas ciudades del país. Lo que hace algunos años parecía lejano, hoy es parte del debate sobre el futuro del transporte argentino.

Ventajas que trascienden lo económico

Hablar de motos eléctricas es hablar de sostenibilidad, pero también de economía doméstica. La comparación es clara: cargar una batería cuesta apenas una fracción de lo que implica llenar un tanque de nafta. En tiempos donde cada peso cuenta, este ahorro puede marcar una diferencia considerable en los bolsillos de las familias formoseñas.

A ello se suma un impacto ambiental positivo. Cada moto eléctrica que circula representa un pequeño paso hacia una ciudad más limpia y menos ruidosa. En Formosa Capital, una provincia que apuesta por el desarrollo sustentable y políticas públicas para el cuidado ambiental, movilizarse a través de motos eléctricas ya es una constante.

En este contexto, MEV se posiciona como una marca pionera. Con una línea de motocicletas y triciclos eléctricos pensados para el uso urbano, la empresa formoseña apuesta a combinar tecnología, diseño y accesibilidad.

Entre los modelos disponibles, se destacan la M1 y la M2, con motores de entre 800 y 1500 watts, autonomías de hasta 65 kilómetros y accesorios tecnológicos como Bluetooth, tablero digital, puerto USB y alarma con control remoto. También se incluyen los triciclos eléctricos ZK-3 y ZK-B, pensados para el transporte familiar o comercial, con capacidad para tres personas y cabinas cerradas que brindan protección ante el clima.

Este tipo de trasporte también se pueden conseguir en «Navarrete Motos Eléctricas», donde actualmente, los modelos de 1500W tienen un precio de $2.180.000, mientras que los de 2000W se ofrecen a $2.380.000. Ambos cuentan con motor brushless, batería de litio, peso soportado de hasta 200 kilos, y diseño pensado para dos pasajeros. Además, incluyen detalles tecnológicos como tablero digital, Bluetooth, puerto USB, alarma con control remoto y freno regenerativo, que permite recuperar parte de la energía al frenar.

Un nuevo paradigma en movimiento

El crecimiento de la electromovilidad en Formosa no es un fenómeno aislado. Se inscribe en una tendencia global hacia el reemplazo progresivo de los motores de combustión. Países como China, India o España ya cuentan con millones de motos eléctricas circulando, impulsadas por políticas de incentivos, infraestructura de carga y conciencia ambiental.

En Argentina, donde el transporte urbano en moto es una costumbre profundamente arraigada, la adaptación local dependerá de la combinación entre tecnología, apoyo estatal y educación ciudadana. Formosa, con experiencias como la de MEV o Navarrete Motos Eléctricas, demuestra que el cambio puede comenzar desde el norte, con iniciativas que nacen desde lo local y apuntan al futuro. La movilidad eléctrica no solo implica un cambio de vehículo: implica un cambio de mentalidad. (NEA HOY)