Trump, Putin y Zelensky repiten el mismo juego una y otra vez, pero sin resultados
Los movimientos diplomáticos de los últimos días parecían enfilar hacia algún tipo de final para el conflicto, pero todo volvió a cero

Tras una tensa reunión en la Casa Blanca el viernes pasado entre el presidente estadounidense Donald Trump y su par ucraniano Volodimir Zelensky, los líderes europeos reiteraron este martes su apoyo a un alto el fuego inmediato entre Rusia y Ucrania en las líneas de batalla actuales.
Rusia también pospuso los planes de reuniones con funcionarios estadounidenses, lo que debilitó cualquier esperanza de avanzar hacia una pausa en los combates. Un funcionario de la Casa Blanca confirmó más tarde que esos planes estaban en suspenso.
Los europeos expresaron su respaldo a la posición de Ucrania en términos que elogiaban a Trump, una táctica que emplean con frecuencia.
"Apoyamos firmemente la posición del presidente Trump de que los combates deben cesar de inmediato, y que la línea de contacto actual debe ser el punto de partida de las negociaciones", decía el comunicado. Fue firmado por 11 líderes europeos, incluidos representantes de Gran Bretaña, Finlandia, Francia, Alemania y la Unión Europea (UE), así como por Zelensky.
La posición de Rusia no ha cambiado. El presidente Vladimir Putin exige que, antes de cualquier alto el fuego, Ucrania entregue las partes de las regiones de Lugansk y Donetsk que las tropas rusas aún no ocupan. Eso representa casi el 2% del territorio ucraniano, el doble de lo que Rusia ha logrado ganar en los últimos dos años de guerra.
Zelensky se ha negado a ceder ese territorio, una postura que repitió en la reunión del viernes con Trump. Un día antes, Putin llamó a Trump para reiterar su posición y advertirle contra el envío de misiles de crucero Tomahawk a Ucrania, según un alto funcionario europeo que pidió anonimato dada la sensibilidad del tema.
Trump, aparentemente deseoso de construir sobre su éxito al lograr un alto el fuego en Gaza, presionó a Zelensky para que entregara el territorio como exigía Putin para poner fin al derramamiento de sangre. Al final, aceptó la negativa de Zelensky, dijo el funcionario, quien tiene conocimiento directo de la llamada telefónica que Zelensky hizo a los líderes europeos justo después de salir de la Casa Blanca.
Resistencia
Zelensky les dijo a los europeos que Trump inicialmente exigió concesiones territoriales, como lo había hecho antes de la cumbre de Alaska en agosto con Putin, pero que finalmente dejó de insistir en ellas. También advirtió que Rusia era un país más grande y podría derrotar a Ucrania si no se llegaba a un acuerdo. Zelensky insistió en que Ucrania estaba resistiendo. Trump no ofreció Tomahawks.
La conversación del viernes fue negativa para la posición de Ucrania, pero no tan mala como la reunión de Alaska, dijo el funcionario. Y al final, señaló el funcionario, Trump no insistió en concesiones ucranianas, por lo que parecía que poco había cambiado.
De hecho, Trump describió la reunión como cordial y negó haber exigido concesiones territoriales a Ucrania. "Ya se ha derramado suficiente sangre, con líneas de propiedad definidas por la guerra y el coraje", dijo Trump en redes sociales. "Deberían detenerse donde están".
Trump reafirmó esa postura el domingo. "Creemos que lo que deberían hacer es simplemente detenerse en las líneas donde están, las líneas de batalla", dijo a los periodistas en el Air Force One. "El resto es muy difícil de negociar si vas a decir: ‘Tú tomas esto, nosotros tomamos aquello’".
Zelensky optó por describir públicamente la reunión con Trump como positiva. "Después de muchas rondas de discusión durante más de dos horas con él y su equipo, su mensaje, en mi opinión, es positivo: que nos mantenemos donde estamos en la línea del frente", dijo el domingo.
Un diplomático de la UE informado sobre una reunión con un funcionario ucraniano dijo que, aunque no se logró ningún avance en la reunión Trump-Zelensky, tampoco hubo retrocesos.
Al final, cambió poco y "desencadenó una profunda sensación de déjà vu", dijo Lawrence Freedman, profesor emérito de Estudios de Guerra en el King’s College de Londres. El único resultado fue la sugerencia de otra cumbre entre Trump y Putin en algún momento en Budapest, que sería preparada por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
Pero el martes, Moscú pospuso la reunión Rubio-Lavrov, diciendo que incluso su discusión preparatoria debía prepararse más. "Necesitamos preparación, preparación seria", dijo Dimitri Peskov, vocero del Kremlin. "Por eso, de hecho, no se fijaron fechas exactas inicialmente" para ninguna reunión.
Más tarde este martes, un funcionario de la Casa Blanca dijo que no había planes para una reunión Trump-Putin "en el futuro inmediato". Sigue habiendo una diferencia clave entre Trump y Putin, señaló Freedman, dado que Trump exige un alto el fuego antes de cualquier acuerdo político y Putin exige primero un acuerdo. Freedman añadió que con las líneas del frente en disputa, incluso negociar un alto el fuego sería complicado.
Aunque ha amenazado con aumentar la presión sobre Putin para que acepte un alto el fuego, Trump no lo ha hecho. Sin embargo, funcionarios ucranianos y europeos creen que solo la presión estadounidense convencerá a Putin de que continuar la guerra va en contra de sus intereses.
"Debemos aumentar la presión sobre la economía de Rusia y su industria de defensa, hasta que Putin esté dispuesto a hacer la paz", dijeron los europeos en el comunicado de este martes, mientras prometían seguir apoyando a Ucrania.
(La Nación)
