Tarjetas: bajan las tasas para las 12 cuotas, a cuánto se van
La baja de tasas de plazos fijos provocó una caída en las tasas que cobran los emisores por los pagos en cuotas.
El 1° de septiembre las habían subido al 100% para las tres y seis cuotas y al 105% para las doce cuotas, mientras que ahora las bajaron al 90% para las tres cuotas, al 93% para las seis y al 95% para las doce.
Claro que la comunicación que hacen es totalmente diferente en caso de subir o de bajar. En el primer caso, se limitaron a decir que desde el 1° de septiembre "regirán nuevas tasas para los planes de financiación".
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En cambio, cuando las bajaron, la comunicación fue otra: "Nos complace informarle que el costo del servicio de financiación se verá beneficiado con nuevas tasas nominales anuales".
En el mercado de lo único que se habla es de una pelea comercial entre los actores y los adquirentes, sobre todo subsidiando tasa para los comercios de alto valor para que no caiga el consumo.
En tanto, el informe monetario del Banco Central muestra una desaceleración en el crecimiento del crédito al sector privado, que experimentó una expansión real mensual del 0,4%. Esta dinámica se caracterizó por comportamientos dispares: mientras algunas líneas crecieron de forma notable, otras se contrajeron.
"Si bien el informe muestra una desaceleración puntual, observamos que el crédito al sector privado mantiene una tendencia de crecimiento sostenido durante los últimos 16 meses, incluso en un contexto macro desafiante", analiza Pablo Blanco, CFO de Alprestamo. "Esto refleja tanto la recuperación de la demanda de financiamiento por parte de los hogares como la capacidad de adaptación del sistema financiero y de las fintech".
Asimismo, los préstamos de consumo mantuvieron su senda expansiva con un incremento real del 2,9% mensual, impulsados principalmente por préstamos personales y financiaciones con tarjeta de crédito, que se expandieron 3,6% mensual a precios constantes y acumularon un aumento interanual de 50,9% real.
Blanco identifica tres factores que explican esta demanda: incentivos, resiliencia y tecnología: "La expansión del consumo vía tarjetas de crédito fue impulsada por incentivos reales: desde finales de 2024 se registró un incremento notable en el uso con tarjeta por promociones y plazos extendidos, lo que alentó el "tarjeteo" en rubros claves como supermercados y electrodomésticos.
Adicionalmente, en contextos donde el ingreso disponible de los hogares se resiente, el endeudamiento por consumo se constituye en una vía para sostener gastos básicos, como alimentos y productos de primera necesidad. También, la proliferación de medios digitales y plataformas flexibilizaron el acceso al crédito de consumo, extendiendo su uso incluso entre segmentos con baja bancarización".
