"La basura vuelve: vecinos que no respetan transforman baldíos en basureros"
En el barrio Virgen del Rosario, sobre la calle Hipólito Irigoyen entre Blas Pareda y Vicente López y Planes, la postal de los microbasurales vuelve a repetirse. Allí, detrás del hotel Howard Johnson, se levantan montañas de desechos que convierten a los baldíos en basurales improvisados.

Vecinos que recorren la zona a diario no dudan en señalar la raíz del problema: "somos puercos, no hay otra explicación", admiten con resignación. La municipalidad limpia con frecuencia, incluso con maquinaria pesada, pero a los pocos días el lugar vuelve a colapsar de residuos. "Ya hicieron un pozo de tanto ir con la pala a sacar basura, y la gente sigue tirando", explicaron.
Lo más llamativo es que muchos de los desechos no provienen de casas cercanas —ya que no hay vecinos inmediatos en los baldíos—, sino de conductores que llegan en autos o camionetas a descargar bolsas enteras. La situación se agrava en la esquina de Irigoyen y Vicente López y Planes, donde hay un contenedor habilitado: sin embargo, la basura suele quedar desparramada alrededor. "Parece que juegan al básquet con el contenedor, a ver si aciertan", ironizan los frentistas.
El riesgo ambiental no es menor: uno de los microbasurales se encuentra a metros de un zanjón, por lo que con un simple viento la basura podría terminar contaminando el curso de agua.
Entre la desidia y la irresponsabilidad, la postal se repite en varios puntos de Formosa: un servicio de recolección que funciona, pero vecinos que, como ellos mismos se definen, "son puercos" y no asumen la responsabilidad de disponer correctamente de sus residuos.

