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Milei encara las elecciones sin un "plan platita", aferrado a la ortodoxia y al ciclo de economía real

"Yo vine a cambiar esta mierda del ciclo de raíz política". Javier Milei va a encarar la etapa electoral con una receta económica inédita y antagónica al estilo de la política tradicional. No habrá esta vez "plan platita", ni otro impulso artificial a la demanda agregada. A la crucial elección de la provincia de Buenos Aires y a los decisivos comicios de medio término, el 26 de octubre, el Presidente los enfrentará con la misma ortodoxia económica que lo dotó de fortaleza política.

Hay varios criterios que el jefe de Estado compartió en las últimas horas con quienes lo consultaron sobre cuál va a ser la estrategia económica ante el desafío de las urnas. El modelo de los últimos gobiernos, sin distinción de banderías partidarias, era "poner plata en los bolsillos de los consumidores". Pero Milei está dispuesto a quemar esos manuales.

 
Son definiciones clave, en momentos en que el Congreso discute el veto inminente a los aumentos jubilatorios que quiere imponerle el kirchnerismo con apoyo de otros sectores de la oposición. Y cuando hay actividades que reclaman medidas de asistencia y hasta subsidios.A su entorno más íntimo, el presidente le negó de manera enfática que vaya a modificar el bono de los jubilados o que tenga pensado apartarse de los aumentos que están fijados por el nuevo esquema de actualización de los haberes previsionales.

A sus interlocutores, el presidente les recordó una máxima que suele repetir en sus apariciones públicas, sobre todo en foros internacionales, pero también en charlas locales. "Don’t pick the winners", es el criterio económico que va a sostener en esta etapa electoral. Es una idea, la de elegir a un sector que pide asistencia, que para el presidente está emparentada de manera indisoluble con la corrupción.

Este concepto está inscripto hasta en el Consenso de Washington, ese corpus axiomático del liberalismo global que empalidece ante la concepción libertaria del Presidente, pero que es una de las ideas fuerza que el jefe de Estado defiende para establecer la igualdad de reglas.

Para Milei, aquellos que hacen propuestas de mirar la micro y favorecer a uno u otro "son una manga de corruptos". Hay un argumento que exponen interlocutores que hablaron con el Presidente: "Si estás redireccionando recursos de un sector que es productivo a uno que no lo es, ¿por qué lo hacés? Si no es eficiente un sector, menos eficiente es castigar al bueno y premiar el malo".

"Ese que recibe el subsidio es porque no es competitivo. Si uno toma una medida, hay una captura regulatoria y eso es corrupción pura. Además, va en contra de las ideas del Presidente", explicó uno de ellos a Infobae. "Primero va en contra de las ideas de Milei, y después está la corrupción", agregó.

El presidente suele echar mano de un ejemplo habitual que da Juan Carlos De Pablo. "En un barrio hay 17 pizzerías, a algunas les va bien y a otras les va mal, todo es distinto, es casi una tautología. Sin embargo, todas tienen el mismo intendente, el mismo gobernador, el mismo presidente y el mismo contexto internacional. El problema de la micro es un problema del empresario. Y ese ejemplo del doctor De Pablo es letal".

Profundizando esa idea, según cuentan quienes tuvieron diálogo directo con él, Milei plantea: "¿Qué tengo que ir yo a sacarle al que le va bien para darle al que le va mal? ¿Qué es eso? Será porque no lo elige la demanda. ¿Voy a estar poniendo subsidios? Es una locura. La idea es pésima, aun cuando no hubiera corrupción, pero en el medio siempre hay corrupción, además".

A sus interlocutores, el presidente les recordó una máxima que suele repetir en sus apariciones públicas, sobre todo en foros internacionales, pero también en charlas locales. "Don’t pick the winners", es el criterio económico que va a sostener en esta etapa electoral. Es una idea, la de elegir a un sector que pide asistencia, que para el presidente está emparentada de manera indisoluble con la corrupción.

Este concepto está inscripto hasta en el Consenso de Washington, ese corpus axiomático del liberalismo global que empalidece ante la concepción libertaria del Presidente, pero que es una de las ideas fuerza que el jefe de Estado defiende para establecer la igualdad de reglas.

Para Milei, aquellos que hacen propuestas de mirar la micro y favorecer a uno u otro "son una manga de corruptos". Hay un argumento que exponen interlocutores que hablaron con el Presidente: "Si estás redireccionando recursos de un sector que es productivo a uno que no lo es, ¿por qué lo hacés? Si no es eficiente un sector, menos eficiente es castigar al bueno y premiar el malo".

"Ese que recibe el subsidio es porque no es competitivo. Si uno toma una medida, hay una captura regulatoria y eso es corrupción pura. Además, va en contra de las ideas del Presidente", explicó uno de ellos a Infobae. "Primero va en contra de las ideas de Milei, y después está la corrupción", agregó.

El presidente suele echar mano de un ejemplo habitual que da Juan Carlos De Pablo. "En un barrio hay 17 pizzerías, a algunas les va bien y a otras les va mal, todo es distinto, es casi una tautología. Sin embargo, todas tienen el mismo intendente, el mismo gobernador, el mismo presidente y el mismo contexto internacional. El problema de la micro es un problema del empresario. Y ese ejemplo del doctor De Pablo es letal".

Profundizando esa idea, según cuentan quienes tuvieron diálogo directo con él, Milei plantea: "¿Qué tengo que ir yo a sacarle al que le va bien para darle al que le va mal? ¿Qué es eso? Será porque no lo elige la demanda. ¿Voy a estar poniendo subsidios? Es una locura. La idea es pésima, aun cuando no hubiera corrupción, pero en el medio siempre hay corrupción, además".