Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.elcomercial.com.ar/a/45586
La palabra de Mariano Castañón, gerente

"Nosotros venimos a comprar cantidad": Ovechas reactivó un frigorífico caprino en Pampa del Infierno y busca sumar productores formoseños

La planta, gestionada por el grupo Ovechas, ya realizó sus primeras faenas y proyecta ampliar su radio de acción hacia provincias vecinas como Formosa, Misiones y Salta.

Días atrás, tras la inauguración del frigorífico, el gobernador Leandro Zdero, recorrió el lugar ubicado en Pampa del Infierno

La reactivación del frigorífico caprino ubicado en Pampa del Infierno, Chaco, marca un nuevo impulso para la producción ganadera de la región. La planta, que estuvo inactiva durante años y bajo tutela del Estado a través de un fideicomiso, fue retomada por el grupo Ovechas, una sociedad de acciones simplificadas conformada por tres socios que apostaron por revitalizar la industria de carnes menores.

En contacto con Radio Uno, el gerente comercial de Ovechas, Mariano Castañón, explicó que el proceso comenzó hace casi dos años y que la planta ya realizó un par de faenas como parte de la puesta en marcha. "No solamente es para el Chaco, sino para toda la zona: Formosa, Misiones, Salta, Santiago del Estero", remarcó.

El frigorífico está habilitado por SENASA para tráfico federal y proyecta exportar hacia terceros países de baja exigencia sanitaria como algunos del continente africano y de Medio Oriente. En el corto plazo, también prevén llegar con productos a mercados internos más grandes como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

Inversión y desafíos operativos


La reactivación implicó una inversión importante y continúa presentando desafíos. "No podemos hacer faena todos los días, porque hay cosas que se rompen y se arreglan sobre el momento. Es parte del proceso de adaptación", explicó Castañón.

La planta tiene capacidad para faenar entre 500 y 600 animales por día, aunque el objetivo es aumentar ese número. Por ahora, están trabajando con animales de cercanías dentro del Chaco, pero para crecer, es clave sumar productores de otras provincias, como Formosa, donde existe una fuerte producción artesanal de cabritos.

Oportunidad para productores formoseños

Mariano Castañón, gerente de Ovechás


Consultado sobre cómo se establecería el vínculo comercial con productores de zonas como Las Lomitas, donde hay interés en canalizar la producción caprina, Castañón explicó que lo ideal sería coordinar centros de acopio. "El gran problema es el flete. Yo no puedo ir por 20 chivos, necesito un camión lleno, unas 200 cabezas por viaje", señaló.

Los animales deben contar con documentación sanitaria en regla: estar libres de brucelosis, con sangrado negativo, guía, DTE y el REMPA correspondiente. Por el momento no se exige trazabilidad, ya que es un requisito solo para países de alta exigencia como Estados Unidos o Europa.

Categorías y tipo de procesamiento


El frigorífico trabaja con las tres categorías: cabrito o chivito chico (menos de 20 kg vivos), capón (de 20 a 90 kg) y animales refugio (cabras de descarte). El procesamiento puede incluir cortes por pieza o desposte, dependiendo del tipo de animal y del mercado de destino.

"Nosotros venimos a comprar cantidad. No podemos competir con el productor que le vende un cabrito al vecino. Pero sí podemos ofrecer una alternativa comercial más estable y en volumen", concluyó Castañón.