Productores de sandía en Las Lomitas enfrentan altos costos y desafíos climáticos
Ricardo Ressler explicó en Radio Uno cómo afecta el clima a la producción, el costo del cultivo y la falta de financiamiento para el sector.

El invierno dejó su huella en la producción de sandías en la región de Las Lomitas, donde los productores debieron enfrentar días consecutivos sin sol, heladas y un clima inestable que ha retrasado el desarrollo normal de los cultivos. En diálogo con Radio Uno, Ricardo Ressler, productor de hortalizas y sandías, explicó que, aunque las bajas temperaturas fueron mitigadas con el uso de manta térmica, la falta de luz solar ha sido el factor más perjudicial: "Lo que más nos está perjudicando es que no tenemos sol. Muchos días nublados. Eso nos hace más daño que la helada".
Indicó que estiman iniciar la cosecha recién a comienzos de octubre, mientras que el año pasado ya lo habían hecho para el 20 de septiembre. "Siempre hay una complicación con el cultivo a cielo abierto. Este año pintaba muy bien por la humedad, pero el clima se volvió raro", explicó.
Producción costosa y sin apoyo crediticio
Resler dijo que los costos de producción son elevados y no cuentan con apoyo estatal o bancario. Ressler detalló que todo se financia a través de agroquímicas y que los insumos se cotizan en dólares: "Este año empezamos con un dólar a mil pesos y ya estamos en mil trescientos. Todo encarece: la manta térmica, la cinta de goteo, el gasoil".
Los productores deben invertir en insumos que solo sirven por una campaña o parcialmente por dos. "La manta térmica puede durar un año más en un 60% si no se rompe con los vientos del norte", dijo Ressler.
Competencia desleal y riesgos de mercado
Otro de los desafíos es la competencia con otras provincias y el exterior. La producción formoseña suele adelantarse al mercado, logrando un buen precio, pero cuando la sandía de Corrientes o Brasil llega antes, los precios caen abruptamente. "Ellos siembran a campo abierto y tienen un 70% menos de costo que nosotros", explicó Ressler.
Además, mencionó que el fuerte de su producción va hacia el mercado de Buenos Aires, seguido por Rosario y Córdoba. Sin embargo, la fruta no tiene desarrollo industrial en el país. "Sería bueno pensar en un valor agregado, pero sin financiamiento es imposible. No hay créditos a largo plazo. En Argentina para comprar un tractor te piden el dinero por adelantado y te lo entregan a los meses", reclamó.
Un trabajo anual que no se detiene
Ressler detalló que la producción de sandía no permite descanso: "Terminamos en diciembre, después hay que levantar todo y preparar el suelo. Es un trabajo de enero a diciembre". Y aunque la cosecha requiere mano de obra intensiva, asegura que en la zona siempre hay gente dispuesta a trabajar.
Para graficar los costos, mencionó que un sobre de mil semillas de sandía Olimpia cuesta más de $130.000, y que lo más costoso no es la semilla, sino el resto de los insumos como la manta y la cinta de riego. "Ponemos tres sobres por hectárea, pero la manta y el munchi (plástico negro) cuestan más del doble".