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¿Qué pasa?

No sabe, no contesta: la gente viene del interior y se encuentra con la ANDIS en Formosa sin respuestas a sus demandas

A pesar de los largos viajes y el costo económico que implica llegar a la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad, muchas personas con trámites pendientes se topan con una atención escasa, demoras indefinidas y falta de información clara.

A pesar de los carteles que indican que las oficinas están abiertas, y que dijeron que están "muy ocupados" para dar notas, lo cierto es que no hay nadie en el lugar.

Radio Uno se acercó hasta la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) en la intersección de las calles Brandsen y Deán Funes, donde, desde horas tempranas, el movimiento era escaso y predominaba una tensa incertidumbre. A pesar de que las puertas del edificio estaban abiertas desde las 8 de la mañana, no se registraba una gran concurrencia de público. Sin embargo, los casos particulares recogidos allí reflejan una situación preocupante: personas que llegan desde el interior de la provincia de Formosa enfrentan serias dificultades para avanzar con sus trámites, especialmente aquellos relacionados con pensiones por discapacidad.

El equipo de Radio Uno intentó tomar imágenes del lugar y recabar información oficial, pero fue abordado por una persona que cuestionó su presencia y la toma de fotografías. Al solicitar una entrevista con algún responsable para informar sobre el funcionamiento del organismo, la respuesta fue que "todos estaban muy ocupados", pese a la evidente falta de actividad en el sitio.

Entre los testimonios recogidos, una mujer oriunda del barrio Primero de Mayo explicó que fue derivada desde ANSES a la sede de ANDIS con documentación para avanzar con su trámite, pero no obtuvo ninguna respuesta clara. Otro caso que refleja la crítica situación es el de una mujer de Riacho G. que, según relató, ya viajó cinco veces a la capital para gestionar su pensión. El pasaje desde su localidad cuesta 9.800 pesos, y cada visita supone un gasto significativo. En esta última oportunidad, solo le indicaron que debía esperar otros 60 días para un nuevo turno.

La situación se agrava aún más cuando, al no presentarse a una auditoría médica, el beneficio puede quedar suspendido. Este tipo de obstáculos burocráticos, sumados al elevado costo de traslado y la falta de comunicación eficiente, generan un fuerte impacto emocional y económico en las personas que más necesitan de la asistencia del Estado.

Los casos no son aislados: semanas atrás, otras personas provenientes del interior también relataron experiencias similares. La espera, la falta de información concreta y la necesidad de realizar múltiples viajes se repiten, dejando en evidencia una grave falla en el sistema de atención y gestión de trámites de la ANDIS en Formosa.