Se viene el frío y sube la demanda: cómo están los precios de los calefactores en Formosa
Con las primeras señales del invierno tocando la puerta, los formoseños ya empiezan a mirar con cariño esos empolvados caloventores guardados en alguna esquina o en el lavadero. Y como es tradición cada año, surge la misma advertencia: cuidado con la tierra acumulada en las resistencias, que al encenderse genera ese olor inconfundible a "frío se viene" y riesgo de intoxicación.
"Sacá el caloventor que tenés lleno de tierra, porque cuando lo prendas te hace un olor horrible, te intoxica y todo", advirtieron con humor desde un programa local, mientras anticipaban la baja de temperatura prevista para los próximos días.
Para saber cómo se preparan los comercios ante el inicio de la temporada invernal, el móvil de Radio Uno se trasladó hasta Megatone, en calle España 246. Allí se entrevistó a Horacio Peralta, gerente de la sucursal, quien compartió detalles sobre las opciones disponibles y la reacción de los clientes.
"El año pasado me compré un caloventor, lo usé muy poco. Estoy ansioso por volver a usarlo", confesó el propio periodista antes de presentar el informe, entre bromas sobre el frío formoseño, que "nunca se sabe cuándo llega de verdad".
¿Qué opciones hay y cuánto cuestan?
Según explicó Peralta, actualmente se ofrecen varias alternativas de calefacción:
Caloventores: desde $45.000 hasta $60.000, dependiendo de la potencia.
Estufas eléctricas: más económicas, desde los $20.000, aunque con mayor consumo eléctrico.
Calefacción a gas envasado: una novedad en auge, con precios entre $90.000 y $130.000, y bajo consumo.
"Es una buena alternativa, porque la electricidad está cara. Por eso, ahora empujamos más lo que funciona a gas envasado", señaló el gerente.
Además, destacó que trabajan con financiación en hasta 14 cuotas sin interés, lo que ayuda a facilitar las compras en plena escalada de precios.
¿Y la gente, ya está comprando?
Todavía no hay una fiebre de ventas, reconocen en los comercios. "Muchos preguntan, pero como Formosa es medio rara con el clima, hasta que no baja fuerte la temperatura no arranca la venta de verdad", explicaron desde el local.
Por ahora, la escena se repite en muchos hogares: sacar el caloventor, limpiarlo con cariño (y precaución), y cruzar los dedos para que funcione. El invierno se aproxima, y con él, la carrera por el calor comienza.
