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denuncias de manipulación

Los números del régimen: así fueron los resultados "oficiales" anunciados por el chavismo tras la farsa electoral en Venezuela

La dictadura de Caracas se proclamó vencedora en casi todos los cargos en disputa tras una función electoral sin público del domingo, marcada por la abstención masiva, denuncias de manipulación y una oposición dividida entre la resistencia y la cohabitación

El contraste entre los datos oficiales y la percepción ciudadana alimenta el debate sobre la legitimidad de los resultados y el papel de los actores internacionales (REUTERS/Maxwell Briceno)

Al día siguiente de la puesta en escena del chavismo, Venezuela amanece con cifras. No con certezas democráticas, sino con datos oficiales difundidos por un organismo sin legitimidad, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó al chavismo como vencedor de unas elecciones regionales y legislativas que la mayoría del país ignoró.

Este lunes 26 de mayo, los resultados ya están sobre la mesa: el Gran Polo Patriótico, encabezado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), obtuvo el 82,68% de los votos y se quedó con 40 de los 50 escaños nacionales en la Asamblea Nacional. A la par, se adjudicó 23 de las 24 gobernaciones en disputa, incluyendo los estados simbólicos de Zulia, Barinas y la polémica Guayana Esequiba, territorio en disputa con Guyana que el chavismo ahora incorpora a su cartografía electoral.

La cifra oficial de participación, según el presidente del CNE, Elvis Amoroso, fue del 42,63%. Pero la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria, que decidió no participar en estos comicios por considerarlos ilegítimos, asegura que la abstención real superó el 85%. El contraste quedó registrado en decenas de imágenes de centros vacíos, urnas desatendidas y mesas sin electores, incluso en bastiones del oficialismo.

Un dominio aplastante entre la apatía
Los datos difundidos anoche por el CNE describen un mapa rojo. En total, 4.553.484 votos fueron adjudicados al Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, frente a 344.422 votos (6,25%) de la Alianza Democrática, y 285.501 (5,18%) de la Alianza UNTC Única, encabezada por Henrique Capriles Radonski. La formación Fuerza Vecinal reunió el 2,57% con 141.566 votos. Otros partidos menores y votos nulos sumaron 182.351 sufragios, equivalentes al 3,31% del total.

Entre los nombres oficialistas que regresan al parlamento figuran Jorge Rodríguez, Cilia Flores, Iris Varela, Jesús Faría, Jorge Arreaza, Francisco Arias Cárdenas, Wilmar Castro Soteldo, entre otros leales al proyecto político que fundó Hugo Chávez y hoy sobrevive bajo el mando férreo de Maduro. El bloque opositor reducido estará integrado, al menos según este primer boletín, por figuras como Capriles, Stalin González, Bernabé Gutiérrez y Timoteo Zambrano, quienes participaron bajo el argumento de "defender espacios".

En paralelo, el chavismo incrementó su control territorial al recuperar tres estados clave: Zulia, donde el gobernador Manuel Rosales perdió la reelección; Nueva Esparta, que incluye la isla de Margarita; y Barinas, tierra natal de Chávez. Sólo Cojedes sigue en manos opositoras, donde fue reelecto Alberto Galíndez.

Oposición dividida: entre el silencio y la cohabitación
La Plataforma Unitaria Democrática, liderada por María Corina Machado, denunció desde el principio que estos comicios eran una trampa más del régimen para simular institucionalidad y justificar ante el mundo su permanencia en el poder. "No hay condiciones. No hay garantías. No hay árbitro. Por eso no hay elección", fue el mantra con el que Machado convocó a la abstención.

El resultado parece haberle dado la razón.

No sólo por la baja afluencia constatada en centros de votación en en todos los centros del país, sino también por la escasa legitimidad de los actores que sí se prestaron al juego electoral.

La participación de Henrique Capriles y Manuel Rosales, entre otros, se interpretó como una validación tácita del proceso. Aun cuando no lograron disputar el poder real, su presencia permitió al chavismo confeccionar una narrativa de pluralismo controlado. "Son cómplices de la farsa", denuncian desde la coalición de oposición más representativa, la PUD, recordando que esa cohabitación sólo refuerza el aparato represivo.

Mientras tanto, Juan Pablo Guanipa, dirigente de Primero Justicia y uno de los más cercanos colaboradores de Machado, sigue detenido tras ser acusado de intentar boicotear los comicios. Su captura a pocos días de la elección se inscribe en una lógica de intimidación que se ha vuelto estructural.

El día después del montaje
Venezuela despertó este lunes con las consecuencias de una jornada predecible. El régimen se quedó con todos los poderes y reforzó su narrativa de fortaleza institucional. Pero también quedó más aislado, más cuestionado, más vacío de legitimidad.

El chavismo aplaude su propio espectáculo. Amoroso calificó la elección como "una demostración de civismo" y agradeció a las Fuerzas Armadas y a los observadores internacionales "que siguen confiando en el sistema electoral más eficiente del mundo". El liceo Fermín Toro, epicentro simbólico por su cercanía al Palacio de Miraflores, mostró temprano una fila de funcionarios y militares. En el resto del país, la imagen fue otra: desolación.

"Este domingo el mandato del 28 de julio fue ratificado por el pueblo con su desobediencia", dijo Machado. La mayoría calló. La mayoría no votó. La mayoría, simplemente, ya no cree.

Y esa abstención es, hoy por hoy, la única fuerza real que enfrenta al chavismo.

La pregunta, a esta altura, es si el chavismo permitirá la publicación de las actas de totalización que respalden los resultados difundidos o si, como ya hizo en julio pasado, optará por el secretismo absoluto. Se trata del único mecanismo —aunque ya bajo sospecha— que podría ofrecer una mínima verificación de que lo anunciado guarda alguna relación con lo realmente votado.

(InfobaE)