Polémica por la importación de las vacunas antiaftosa
Con la edición 2025 de la Exposición Nacional de Razas Corrientes también vivirá el debate que abrió el Gobierno nacional al promover la importación de vacunas bivalentes de origen brasileño para prevenir la aftosa, como una forma de abrir la competencia con las que se producen en el país, y tomó medidas a través del SENASA para facilitar la compra de esas dosis a través de reducir los requisitos para su homologación y uso en territorio nacional.

Desde la Administración federal se planteó la decisión como una herramienta contra la cartelización de las vacunas y una medida que posibilitará abaratar costos, según las declaraciones del ministro de Desregulación, Federico Sturzenneger, quien acusó a los laboratorios argentinos de cartelizar la producción y venta, lo cual fue rechazado por los responsables de la firma Biogénesis Bagó.
Los laboratorios locales han expresado su preocupación por la introducción de vacunas importadas, argumentando que podrían comprometer el estatus sanitario del país si no cumplen con los estándares de calidad y eficacia establecidos. CDV, por ejemplo, enfatizó la necesidad de que las vacunas importadas contengan las cuatro cepas requeridas y pasen por rigurosos controles de calidad.
Argentina mantiene un estatus sanitario de "país libre de fiebre aftosa con vacunación", reconocido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Este estatus es crucial para acceder a mercados internacionales exigentes. La utilización de vacunas importadas que no cumplan con los estándares establecidos podría comprometer este estatus y, en consecuencia, afectar las exportaciones de carne.
El ministro de Javier Milei afirmó ante periodistas que hay un solo laboratorio que produce la vacuna tetravalente, e identificó a la firma Biogénesis Bago, lo cual fue desmentido por la empresa que expresó que esa afirmación de Sturzenegger es falsa.
En un comunicado destacaron que en Argentina hay dos elaboradores (Biogénesis Bagó y CDV) y tres que comercializan (los dos anteriores y ACA). Nunca estuvo prohibida la importación de vacuna y hay una ley del año 1993 que lo habilita claramente. Desde 2005 a la fecha siempre hubo más de un oferente y hoy BB no supera el 70% de la demanda de vacuna antiaftosa de Argentina".
Sturzenneger también acusó al laboratorio de ser un monopolio de las cepas de las vacunas y los responsables de los laboratorios aclararon que "las cepas son propiedad de SENASA y las provee gratuitamente a cualquier laboratorio nacional o extranjero que quiera producir vacunas para Argentina. De lo contrario, no se podría explicar cómo produce sus vacunas CDV".
Asimismo, aclararon que la composición de la vacuna es definida por la autoridad sanitaria (SENASA), no por los laboratorios. Prueba de ello es que el año pasado el SENASA modificó la composición de la vacuna antiaftosa retirando el virus C y dando la posibilidad de registrar y producir vacunas bivalentes y trivalentes.
(É poca de Corrientes)