Día de la Independencia de Paraguay: única en sudamérica, sin guerras y sin tutelas
Paraguay conmemora su independencia durante dos días porque su revolución, en mayo de 1811, también duró dos jornadas. Fue un proceso sin guerras, planificado con precisión y liderado por figuras como Pedro Juan Caballero, Iturbe y Rodríguez de Francia. Además de romper con España, el país rechazó subordinarse a Buenos Aires y eligió un camino autónomo, construyendo sus propias instituciones desde el inicio.

Cada 14 y 15 de mayo, Paraguay celebra su independencia con una particularidad que lo hace único en América del Sur: es el único país de la región que conmemora su emancipación durante 2 días seguidos. ¿Por qué? Porque su revolución, la que marcó el comienzo de la independencia, también duró 2 días. Y fueron 2 jornadas que cambiaron para siempre el rumbo del país.
Lo que pasó en 1811 no sólo fue una separación de España. También fue el punto de partida para que Paraguay empezara a construirse como un país libre, sin depender de Madrid… ni de Buenos Aires.
Una independencia sin guerra
A diferencia de otros países de Sudamérica, donde la independencia llegó después de años de guerra, Paraguay logró separarse de España con una estrategia muy bien pensada y casi sin violencia. El plan original era esperar hasta el 25 de mayo de 1811. Ese día iban a llegar a Asunción dos figuras clave: Fulgencio Yegros y Manuel Cabañas, que venían desde el interior. También había tropas en Corrientes listas para unirse, y en la capital ya había oficiales dispuestos a actuar.
Pero algo falló: el gobernador español, Bernardo de Velasco, se enteró del plan. Ante el riesgo de que todo fracasara, los revolucionarios decidieron adelantarse. En la noche del 14 de mayo, Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y otros patriotas se reunieron para dar el primer paso.
La madrugada del 15 de mayo fue decisiva. Los revolucionarios rodearon la casa del gobernador Velasco… con cañones apuntando a la puerta. Por supuesto que Velasco se dio cuenta que no podía ganar, así que aceptó formar una Junta de Gobierno provisoria. Así, sin que se disparara una sola bala, Paraguay empezó a caminar hacia la independencia.
Caballero e Iturbe fueron fundamentales, pero no estuvieron solos. También participaron Antonio Tomás Yegros, Juana María de Lara, Facunda Speratti y Mauricio José Troche. Este último fue quien entregó a los sublevados el Cuartel de la Ribera, clave en ese momento.
La amenaza de Portugal
Pero la situación internacional también jugó un rol importante. Además de las fuerzas napoleónicas invadiendo España, cosa que facilitó la independencia de las Provincias del Río de la Plata, había otra amenaza de la península ibérica. En esos mismos días, un diplomático portugués, José de Abreu, estaba en Asunción hablando con Velasco. ¿El objetivo? Que tropas portuguesas entraran a Paraguay.
Según el historiador Claudio Velázquez, si eso hubiese pasado, Portugal habría controlado toda la región y la independencia hubiese sido imposible. Por eso, los patriotas sabían que había que actuar rápido. Como dice Velázquez: "el ingreso de esos efectivos militares portugueses iba a significar el control total de la situación por parte de los portugueses, incluso se iba a erradicar cualquier intento de levantamiento en contra de la corona española".
Ni con España ni con Buenos Aires
El proceso de independencia de Paraguay no sólo fue una ruptura con España. También fue una manera de decirle «no» al nuevo gobierno que se había formado en Buenos Aires en 1810, tras la caída del virrey. Desde la capital del ex Virreinato del Río de la Plata esperaban que todas las provincias se unieran a su Junta, pero Paraguay no lo hizo. Velasco seguía en el poder y los líderes locales no confiaban en las intenciones de Buenos Aires.
Entonces, la Junta envió una expedición militar encabezada por Manuel Belgrano. Pero fue derrotado. La gente en Paraguay quería autonomía, no cambiar una corona por otra capital lejana que también quisiera mandar. Esta experiencia dejó una marca muy fuerte: Paraguay no solo quería ser libre de España, también quería ser verdaderamente independiente.
José Gaspar Rodríguez de Francia: la mente detrás del plan
Uno de los cerebros de todo el proceso fue José Gaspar Rodríguez de Francia. Fue uno de los primeros en redactar documentos importantes y pensar cómo debía organizarse el país después de la independencia. Tras el 15 de mayo, fue elegido como parte del primer gobierno provisorio. En 1814, se convirtió en Dictador Supremo por 4 años, y en 1816, en Dictador Perpetuo. Su estilo fue muy autoritario, pero también nacionalista.
Si bien ayudó a consolidar un Paraguay independiente, su forma de gobernar generó miedo y muchas críticas. Varios de sus antiguos compañeros, como Iturbe o Caballero, terminaron siendo perseguidos o ejecutados durante su gobierno.
Otros nombres clave de la independencia
Además de los ya mencionados, hubo otros protagonistas fundamentales. Fernando de la Mora fue miembro de la Junta de Gobierno y ayudó a recuperar territorios del norte. Francisco Javier Bogarín y Mariano Antonio Molas también fueron parte de los primeros gobiernos.
Y Fulgencio Yegros, que era muy popular y tenía gran prestigio como militar, fue una de las caras más visibles de la independencia. Aunque después fue desplazado del poder, su papel fue clave y siempre será recordado.
Línea de tiempo de la Independencia de Paraguay
Un país que se hizo solo
Paraguay fue uno de los primeros países de América del Sur en organizarse como una nación realmente independiente. Mientras otras regiones todavía discutían si seguir con reyes o formar monarquías propias, los paraguayos ya estaban creando sus propias instituciones.
Formaron una Junta de Gobierno, hicieron congresos, eligieron autoridades y empezaron a construir un país con sus propias reglas. Por eso, el 14 y 15 de mayo no son solo una fecha simbólica: son prueba de que las grandes transformaciones no se hacen de un día para otro, sino paso a paso, con valentía y decisión.
Recordar para reafirmar
Hoy, cada 14 y 15 de mayo no solo se recuerda el inicio de la independencia. También se celebra el espíritu de quienes hicieron posible esa transformación. No fue un milagro ni una casualidad. Fue el resultado del esfuerzo de hombres y mujeres que entendieron que su momento había llegado.
Como se dice cada año en los actos conmemorativos: "Fue una noche plena de valor, de resolución fuerte y segura de hombres generosos, valientes, decididos a regir los destinos de la patria". Esa noche del 14 de mayo de 1811 y el amanecer del 15 siguen marcando la identidad de un Paraguay que eligió ser libre… por sí mismo y para sí mismo.
(Nea Hoy)