Balotaje en Uruguay: Yamandú Orsi ganó las elecciones y el Frente Amplio vuelve al poder
El presidente electo obtuvo el 49,8% y el oficialista Álvaro Delgado, el 45,9%. Hubo 95.000 votos de diferencia. Luis Lacalle Pou felicitó al vencedor y este lunes arranca la transición. Votó casi el 90% del padrón.

El Frente Amplio (FA) ganó el balotaje y Yamandú Orsi (57) es el presidente electo de Uruguay. Con el 100% de las mesas escrutadas por la Corte Electoral de Uruguay, el FA logró el 49,84% de los votos. Mientras que el oficialista Álvaro Delgado (55), candidato del Partido Nacional (blancos) y de la Coalición Republicana, obtuvo el 45,87%. Hubo 95.000 votos de diferencia.
Con este resultado, los uruguayos ampliaron la tendencia de empate técnico que anticiparon las encuestas, y la centroizquierda retorna al poder en Uruguay después de cinco años.
La ansiedad en el búnker frenteamplista dio paso a la emoción cuando a las 20.30 del domingo fueron publicados los primeros números con las proyecciones de las mesas testigo. "Volvimos", fue la palabra más escuchada entre la militancia en la noche de un domingo que se esperaba muy extenso, y terminó en una temprana fiesta tricolor.
Bocinas, música y algarabía fueron parte de la pintura en el Plaza España, frente a la rambla de Montevideo, que se extendió hasta casi la medianoche.
"Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional para encontrar las mejores soluciones, por supuesto con nuestros planteos, pero también escuchando muy bien lo que nos dicen los demás. Voy a ser el presidente que construya una sociedad más integrada, un país más integrado, donde además a pesar incluso de las diferencias jamás nadie podrá quedarse atrás desde el punto de vista económico, social y también político", sostuvo Orsi, el profesor de historia e intendente del departamento de Canelones los últimos diez años frente a una multitud.
Recordó al ex presidente José "Pepe" Mujica, a su esposa Lucía Topolansky, antes a Tabaré Vázquez y lanzó un discurso de unidad.
A su vez, dejó un mensaje sobre su visión del país: "Tendrá que ser este también un país que camine hacia el desarrollo, hacia la prosperidad y seré también entonces el presidente del crecimiento nacional, el presidente del crecimiento del país que avance, y a eso los invito a todos y a todas".
Con las primeras proyecciones, en el campamento de Delgado reinó el silencio y Pedro Bordaberry, senador electo por los colorados fue el primero en felicitar a Orsi.
Al mismo tiempo el presidente Lacalle Pou felicitó a Orsi ganador, Álvaro Delgado reconoció la derrota frente a poca militancia. "En Uruguay nació un nuevo tiempo donde nadie tiene mayorías. Una cosa es perder las elecciones y otra es ser derrotado, nosotros no estamos derrotados. Acá hay una coalición republicana que integran cinco partidos y que llegó para quedarse", dijo Delgado para intentar sostener a sus seguidores.
Después de cinco años del gobierno de centroderecha de Luis Lacalle Pou, ahora se abre un signo de interrogación sobre la Coalición Republicana, formada antes del balotaje 2019 por el propio Lacalle Pou.
La Coalición, integrada por el Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista, con cada candidato presidencial obtuvo un 47,5% en octubre. Pero Delgado no los pudo retener los votos para este balotaje, ni crecer.
Ahora esa alianza tambalea. La primera alarma la dio Pablo Manini Ríos, de Cabildo Abierto, al salir del búnker de la Coalición. "No tiene sentido una coalición que actúe para oponerse a algo", deslizó.
En el plano de la gobernabilidad, el Congreso obligará al Presidente a dialogar. En la primera vuelta los uruguayos definieron un Congreso dispar. Por primera vez en más de 20 años, el presidente electo no tendrá mayoría parlamentaria.
Cada cinco años, Uruguay no solo elige a su presidente y vice, sino a los 30 senadores y 99 diputados. El Frente Amplio se quedó 16, por lo tanto es mayoría en el Senado; contra las 14 de la Coalición, nueve del Partido Nacional y cinco del Partido Colorado.
Mientras que en Diputados el escenario quedó al revés. La Coalición Republicana -o Multicolor-, suma 49 - 29 blancos, 17 colorados, dos de dos de Cabildo Abierto y una del Partido Independiente-. Mientras que el FA se quedó con 48; y otras dos fueron para el abogado retirado antisistema Gustavo Salle, que por primera vez entra a la Cámara Baja y puede ser un árbitro.
La jura será el 1 de marzo y Yamandú Orsi asumirá como presidente electo en un contexto internacional algo hostil. Donald Trump, en Estados Unidos, y Javier Milei, en Argentina. Buscará un aliado en Lula da Silva, de centroizquierda en Brasil.
Hace unos días, ante la consulta de Clarín, Orsi adelantó que buscaría "la más correcta" de las relaciones con Milei y remarcó que sus primeros dos viajes serán a Brasil y Argentina.
Además de la agenda internacional, la economía uruguaya, que en la última década creció en promedio 1%, es uno de los desafíos más importantes. La inflación bajó del 8% anual al 6%, pero el valor del dólar encarece la economía, especialmente algunos productos, como los de tocador que pueden estar entre tres y seis veces más caros que en Brasil o Argentina.
La economía de Uruguay es una de las claves de la elección, por eso Orsi adelantó que su ministro de Economía será Gabriel Oddone (61), un hombre del establishment. Ante la consulta de este diario confirmó que lo designó para "los mercados que miran con desconfianza a un progresista o de izquierda".
La elección en un caluroso domingo en Montevideo tuvo una participación del 89,4% y se vivió como una fiesta. Las banderas partidarias flamearon desde los autos y estuvieron desde los balcones todo el día. Especialmente eran las tricolor -azul, rojo y blanco- del Frente Amplio, pero los blancos no se quedaron atrás.
En muchos de los 7.225 centros de votación los uruguayos se acercaron antes de las 8 de la mañana porque se anticipaba el calor. Uno de ellos fue el expresidente Mujica, que a los 89 años se presentó 20 minutos antes de que abriera la escuela en Rincón del Cerro y a la noche festejó. En medio de un diluvio, las vuvuzelas y los bocinazos se sucedían hasta que minutos antes de las 23 un gran trueno aplacó la celebración frenteamplistas.
(Clarín)