El hermano "trapito" del presidente del Concejo Deliberante es indigente y pide ayuda
Miguel Ángel Di Martino sobrevive como puede pero sumado a la marginación a la que lo ha llevado la falta de trabajo, el poder político de su hermano le cierra todas las puertas en vez de abrírselas.

La escena resulta indolente y rutinaria en la esquina de las calles San Martín e Irigoyen, en pleno "Mercadito Paraguayo". Tres o cuatro "trapitos" se reparten cien metros de dársenas de un viejo supermercado para cobrar unos pesos cuidando los autos que estacionan.
Cada uno de ellos vive el peor de los dramas, causado por la clase política local y nacional que se ha desvinculado del tema. Una pobreza lacerante que se proyecta hacia las familias que no saben si al final del día, podrán comer de lo poco que consiguen sus padres.
Miguel Ángel Di Martino es uno de ellos pero con una particular historia. Es hermano por el mismo padre del presidente del Concejo Deliberante de la ciudad de Formosa, Darío Di Martino, empresario de la obra pública y un político de mucho poder.

A través de los años, mientras el padre de ambos vivía, solía trabajar operando maquinarias viales pero según relata, el hermano empezó a manejar absolutamente todas las empresas del padre.
Con la llegada al poder, la situación se puso mucho peor y Miguel Ángel ni siquiera podía buscar trabajo puesto que cuando escuchaban su apellido, lo echaban sin mediar razón alguna, entendiendo que había pasado a formar parte de una "lista negra".
El derrumbe de la vida del hermano "trapito" de Darío Di Martino, se volvió una espiral cuando cayó en la adicción por el alcohol. Esto provocó problemas con la familia pero lejos de ser lo peor que le iba a ocurrir, otro suceso familiar lo convirtió de "indigente" a perseguido político.
El padre en común de los hermanos Di Martino, falleció y la sucesión hereditaria del empresario (que también lo incluía a él) lo volvió un enemigo para el político poderoso. El abogado que lo asistía en el trámite, literalmente lo abandonó y después de ese hecho (nada nuevo en Formosa) Miguel Ángel no consiguió otro abogado que lo ayudara con la sucesión del padre.
Hoy, trata por todos los medios de mantenerse lejos del alcohol pero pide ayuda a la gente para a su vez poder ayudar a sus hijos. Cada tanto si anda por el centro y hay algún acto donde el hermano esté, la policía de la provincia lo mantiene lejos o directamente le aconseja que se vaya. Otras veces directamente lo encierran por un par de horas.
"Vivimos en un lugar muy precario que siempre se inunda o hay mucha humedad. He ido muchas veces en búsqueda de la ayuda de mi hermano pero no conseguí nada" dijo refiriéndose al hermano.
"Ser su hermano me ha perjudicado siempre. Cuando digo mi apellido me preguntan si tengo algo que ver con el concejal y no me dan el trabajo" reflexionó.
Finalmente dijo que: "Necesito acceder a un abogado y confió en la gente que siempre ha sido amable conmigo".
Miguel Ángel Di Martino, se abstrae de la conversación y vuelve a agitar el trapito mirando en dirección hacia los autos, aunque sabe de sobra que no podrá llevar mucho a la casa haciéndolo. En el otro extremo, el hermano millonario no puede escapar a lazo que los une y del cual él no quiere saber nada.