
La Comisión Disciplinaria de la FIFA acordó este sábado la suspensión provisional del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional.
Jenni Hermoso le contestó a Luis Rubiales y negó que el beso fuera consentido

Después de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, diera un discurso este viernes en el que anunció que no dimitiría a su cargo y que lucharía "hasta el final", Jenni Hermoso desmintió que el beso de la polémica fuera consentido.
"Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho", dijo Hermoso en un comunicado, en el que las jugadoras de la selección española anuncian que renunciarán si no cambia la dirigencia.
Pese a las múltiples reacciones que había generado la actitud de Rubiales y después su discurso de este viernes, es la primera vez que, tanto Jenni Hermoso como las jugadoras de la Selección femenina de España, se pronuncian de forma conjunta.
"Las jugadoras de la selección absoluta, recientes campeonas del mundo, en apoyo a Jennifer Hermoso, quieren manifestar su firme y rotunda condena ante conductas que han atentado contra la dignidad de las mujeres", afirma el comunicado publicado por FutPro.
Qué dijo Luis Rubiales en conferencia de prensa
El presidente de la RFEF habló de su sufrir una "cacería" en su contra luego del beso a la futbolista, el cual clasificó de "espontáneo, mutuo, eufórico y consentido".
"Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penal y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración", aseguró.
Y contó según su visión cómo sucedió el episodio: "Casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (...) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije ‘olvídate del penalti’ y me contestó ‘eres un crack’ y yo le dije ‘¿un piquito?’ y ella dijo ‘vale’. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo. Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también".
"¡No voy a dimitir!", gritó Rubiales cinco veces antes un público en su mayoría masculino que lo acompañó con un aplauso ensordecedor.