El Centro de Aislamiento de la UNaF, centro de quejas por los maltratos y apremios
Una abuela de 76 años que se cayó en el UPAC, que llegó con dolores, una madre que fue separada de su hijo y otra madre que fue infraccionada en la plaza el día que más de 3 mil militantes estuvieron una hora antes sin distanciamiento.

Las quejas respecto del trato de algunos funcionarios policiales y como manipulan a aquellas personas que les dicen una cosa y después terminan engañados en centros de cuarentena como así también situaciones insostenibles, deben ser investigadas y resueltas por el gobierno de la provincia de Formosa.
Uno de ellos fue el de Alejandra Ferreira, quien dialogó con El Comercial y afirmó, “Me trajeron engañada y estoy presa”.
Relató que: “Hace tres meses mi hermano por la desesperación que tenía tomó la decisión él de pasar ilegalmente a Formosa, no sabemos ni cómo ni cuándo, hace tres meses donde estuvo guardado en mi casa un mes sin salir a ningún lado por miedo a todo. El sábado en un operativo lo agarran y en ese momento yo me encontraba con él. Le informan que le iban a hacer una causa, nos llevan al UPAC, nos hacen el hisopado, nos suben a una camioneta de la policía, después de dos horas nos dicen que nos iban a llevar, a mi a la UNaF y a él a El Colorado”.
Dijo además que: “A mí me traen acá porque supuestamente yo era un peligro para la sociedad porque posiblemente tuviera el virus al igual que mi hermano que ellos no tenían como comprobar que entro hace tres meses o tres días. Les explico que no podía hacer 14 días de cuarentena. Me llevan engañada porque me dicen que iba a estar hasta que me saliera el hisopado negativo, me hacen firmar un formulario, ingreso, me aisló”.
Odisea de una abuela
Alejandra relató que: “El domingo a las 1 de la mañana escucho movimientos, ingresan a una abuela de 76 años sin saber si yo tenía el virus y que podía ser positiva y esto para esta mujer que encima tiene cáncer en la misma habitación, es muy peligroso”.
Relató que esta mujer la hicieron esperar más de 10 horas desde que entró por Mansilla, no la dejaron ir al baño. “Se cayó cuando llegó al UPAC y nadie quería levantarla. Luego la llevaron al hospital donde le hicieron radiografías. Llego meada, bajó de la trafic, se cayó, nadie la quería ayudar, vino toda adolorida, le duele la espalda, le duele la cabeza. Estuvo hasta el otro día para cambiarse, es una vergüenza”.
Aclaró luego que el personal que ahora son otras las personas que los atienden: “Nos atienden bien pero igual esto que te contaba opaca todo lo otro. El hisopado ya estuvo el lunes y yo de todas maneras tengo que estar catorce días acá.Ellos manejan nuestra vida y deciden quién se puede ir y quién no”.
Dijo también que: “Estamos acá con otra señora y un nenito de dos años con una situación parecida a la mía, la trajeron con engaños y hoy escucho el relato de González como que los periodistas escarban ¿a ver si ellos escarban y se fijan un poco lo que les está pasando a la gente? Porque no creo que ellos no estén enterados de las cosas que están pasando acá.
Yo por ejemplo tengo que estar 14 días alejado de mi hijo, lo pude ver un ratito desde lejos en el portón de salida de la Unaf, yo no tendría que estar acá, mi test dio negativo. Acá hay casos peores al mío y te de mucho impotencia y ver al ministro sentado diciendo esto o lo otro de los periodistas” finalizó.
La madre de la plaza
Zulma Vázquez se hizo conocida por ser la madre que llevó al hijo a la plaza San Martín después que 3 mil militantes festejaran su día frente al busto de Perón pero a ella la policía le hizo una infracción y una causa, a todo el resto nada.
En contacto con El Comercial, dijo que, “El día domingo a las 10 de la mañana fuimos a traer a un gendarme amigo desde el vallado de Clorinda, pasamos los controles y llegamos hasta el control del Namqom. Nos hacen parar al costado, nos piden los papeles, cuando vuelve y nos dice que teníamos que ser escoltados hasta el UPAC. Llegamos a las 12:30 hs. nos informan que nos iban a hacer el hisopado. Accedimos. Nos hicimos mi marido, mi bebé y yo. Cuando nos sanitizan le tiran el líquido por los ojos y se pone a llorar. Después del hisopado aguardábamos afuera con mi bebé, no podíamos retirarnos de esa zona del UPAC”.
Agregó que: “Lo miro a mi bebé y le veo una gota de sangre en la naricita, estuvimos hasta las cinco de la tarde, se acerca un policía y dice que estaríamos más cómodos en al UNaF y mi marido en un centro de El Colorado. Llego a la UNaF y empiezan los maltratos conmigo y con mi bebé. El policía al bajarme del vehículo y los mosquitos se nos pegaron por las piernas. Pasamos adentro y nos pusieron repelente, me trató de zombie, que yo traía el virus y no se iba a contagiar por mi culpa”.
Explicó luego que: “Me dice que voy a quedarme 14 días ahí y yo le explico que solo hasta que saliera el hisopado. El bebé se me movía para acá y para allá, me pidió que le firmara un papel en blanco y yo le dije que no. Me prohíbe que mi hijo se moviera a lo que me dice que va a aplicar “el botón rojo”. Tenés que agradecerte que no te deje afuera para que te coman los mosquitos. Si no me firmás acá voy a llamar un móvil para que te saquen de la provincia.
Le digo, “No sé qué está pasando, se le cae la ojotita del bebe y me dice que si el quiere me hace una multa porque se me cayó el barbijo”.
Aclaró luego que: “Me asignan una habitación sola para mí y mi bebe y desde ese momento no supe más de él, nos trajeron hoy el hisopado y dio negativo. Me llamó una psicóloga y me da mucha bronca que mi bebé esté encerrado y ayer estaban todos de joda en la costanera. A mí con mi bebé se me complica porque no puedo ir al baño, si me voy le puede pasar algo al bebé. Todo es un peligro para un bebé si lo dejo solo. El bebé ya está ‘teniendo signos de estrés”.
Finalente Zulma dijo que sospecha que se trata de una represalia cuando transmitió en vivo refieriendosé a cuando fue a la plaza con su bebé.
Estas situaciones fueron planteadas en el Consejo de Atención Integral a la Emergencia COVID 19 y el Ministro González respondió que: “
Al carecer de argumento se busca el pelo en la leche. Una persona que va a salir de Clorinda es buscada por otra persona y esto hace que podamos buscar contactos estrechos y que hay que aislarlos. Los otros los debemos ver pero en 3 mil personas hay que buscar bastante para asemejar el trato a una cárcel. La verdad es que como ya buscaron todo lo que hacer, están rascando el fondo de la olla. Muy triste el rol que eligen” cerró.