En el campo esperan noticias por emergencia agropecuaria

Pasan los días y no hay noticias para la gente del campo formoseño afectada por la más tremendas de las sequías de los últimos años ya que esperan que la respuesta oficial en el marco de la Emergencia Agropecuaria decreta local y nacionalmente ponga alguna herramienta de asistencia que mitigue los daños en los rodeos y campos de Formosa que en algunos casos por casi un año no recibieron una sola gota de lluvia.
La Emergencia Agropecuaria se encuentra establecida y homologada por Nación, pero aún no se conocen que brindarán a los miles de productores provinciales alcanzados por los efectos negativos de la escasez de agua de los últimos meses, como ser líneas de financiación para recomponer rodeos, resembrar pasturas o reparar alambres dañados por los fuegos que se ensañaron con los campos de la gente de campo.
En Nación, el ministro de Agricultura Luis Basterra -ex ministro de Formosa y ex diputado nacional- nada ha comunicado a las entidades ruralista formoseñas sobre cómo instrumentarán la asistencia y si la habrá, "solo silencio tanto en el Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia como del ministro nacional" dicen a media voz en entidades ruralista que a fuerza de capital propio han comenzado a tratar de mitigar los daños por la sequía y los fuegos.
En la cartera que dirige Raúl Quintana tampoco nada expresan o adelantan a los representantes del campo sobre como ayudarán a la gente del campo, principalmente a los pequeños y medianos productores que han visto morir animales por la falta de agua, el fuego y además tienen pérdidas de preñez -por ende menos terneros en los próximos meses- lo que repercutirá en la economía de cada productor y en la generación de bienes en la economía formoseña.
Tanto Quintana y Basterra juegan a las escondidas estos días ya que tampoco atienden los llamados de las entidades que piden una reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria para redefinir aspectos relacionados con la situación.
epigrafe: Raúl Quintana y Luis Basterra: silencio de los ministros