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negociacion urgente

Por el impacto de la sequía, el Gobierno y el FMI volverán a modificar el programa económico

Por el fuerte impacto de la sequía, y en medio del nuevo rebrote inflacionario, el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) volverán a sentarse a recalibrar el programa económico. Forzado y apremiado por la crisis, el equipo del Ministerio de Economía que lidera Sergio Massa comenzará a trabajar con el staff del organismo en una nueva modificación del acuerdo vigente con el Fondo –la segunda en lo que va del año– para fortalecerlo y adaptarlo al nuevo escenario, en un último intento para impedir que la coyuntura del país empeore aún más antes de las elecciones.

"Todo está sobre la mesa", , anticiparon fuentes del equipo económico en Washington sobre los cambios que vienen, luego de la reunión de Massa y su equipo con la subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, y los funcionarios del Fondo.

En el Gobierno y en el Fondo Monetario ven a la histórica sequía como un "game changer", en las palabras de una fuente oficial, que descarriló la hoja de ruta del oficialismo para sostener el programa y llegar con un atisbo de estabilidad a las elecciones presidenciales, y obliga ahora a volver a sentarse a recalcular los parámetros del acuerdo con el Fondo en un nuevo intento –otro más– para lograr que recupere el rol para el que fue ideado originalmente: servir de ancla para evitar un derrape mayor de la economía.

La nueva negociación es un reconocimiento tácito de que el programa, tal como fue aprobado hace apenas dos semanas por el board del Fondo, se encaminaba a otro incumplimiento, y llega en un momento político extremadamente delicado en la Argentina por el inicio de la campaña presidencial. El Fondo ha sido flexible para atender las necesidades del país, pero en sus últimos mensajes abogó por implementar políticas "más sólidas".

Gopinath, quien se ha mostrado muy involucrada con la Argentina, tildó a la sequía como "la peor sequía en la historia argentina", y a la vez reiteró que se habían comprometido con Massa a trabajar juntos para "fortalecer" el programa.

El alcance y la profundidad de la nueva recalibración se definirá en las próximas semanas con el trabajo que emprenderán del equipo de Massa, comandado por Leonardo Madcur, y el staff del Fondo, que lidera Luis Cubeddu, y en el que Gopinath tiene una amplia gravitación. El nuevo ajuste del programa ocurrirá en el marco de la quinta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según sus siglas en inglés) vigente, que debe estar terminado para fines de junio.

"Empieza una etapa de repensar el acuerdo en función de la sequía", describieron en el equipo económico.

El alcance del nuevo reacomodamiento dependerá de las discusiones con el Fondo, pero en el equipo económico dejaron abierta la posibilidad a que se modifiquen algunas políticas, o se toque otra vez las metas de acumulación de reservas, o los metas para el déficit fiscal, o incluso se cambie el perfil de desembolsos. El Gobierno está muy apremiado por conseguir todos los dólares posibles para paliar el déficit actual de divisas y deprimir las expectativas de una devaluación brusca del dólar oficial que aliente la inflación. El anticipo de la negociación que se viene con el Fondo ocurrió horas después de que se conociera el dato de inflación de marzo, que dejó un alza del costo de vida de 7,7% mensual, el peor registro del gobierno de Alberto Fernández, y el peor dato de inflación desde principios de 2002, tras la caída de la convertibilidad.

El dato cayó muy mal entre Massa y sus colaboradores, quienes culparon a la sequía, un argumento que también esgrimió la Casa Rosada en Buenos Aires. Pese a la marcada aceleración de la inflación y la creciente tensión social, el Gobierno no ofreció ninguna respuesta inmediata o medida concreta para revertir la crisis, y la única reacción oficial fue recurrir, otra vez, a la predisposición del FMI.

Una alternativa, que también aparece en el menú de posibilidades de la nueva negociación, es que el Fondo abra el juego para un frontloading de los giros, es decir, que acepte adelantar una parte de los desembolsos previstos en el acuerdo para paliar el déficit de dólares de este año, aunque se trata de una variante que economistas creen que está muy lejos de concretarse. No es, sin embargo, algo inédito: el gobierno de Mauricio Macri logró que el Fondo amplíe y acelere los desembolsos en octubre de 2018, cuando se aprobó la primera revisión del acuerdo que firmó la administración macrista. Pero Macri aceptó acelerar el ajuste fiscal a cambio de recibir más dinero del pactado originalmente. El Fondo hasta ahora se acomodó a la Argentina, pero sin dar fondos frescos, sólo refinanció la deuda que dejó Macri. Nuevos fondos llegarían, muy probablemente, aparejados de nuevas exigencias.

Cautelosamente optimistas, en el equipo económico insistieron en que nada está decidido, y las modificaciones surgirán de las discusiones que ya comenzaron.

LA NACION