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ELECCIONES 2022

El radicalismo quiere que Patricia y Larreta lleven la misma lista de diputados para no quedarse sin bancas

La UCR necesita renovar la mitad de sus escaños en Diputados: si no tiene un candidato presidencial fuerte se arriesga a una debacle.

El jefe del bloque de diputados radicales, Mario Negri.

La interna del PRO puso en crisis al radicalismo. En la UCR buscan quieren consensuar listas unificadas de diputados nacionales para que cuelguen de todos los candidatos a presidente que compitan en las PASO, incluidos los postulantes del PRO, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. 

El temor de los radicales es quedar obligados a competir sólo en la boleta de un eventual candidato a presidente de la UCR -como Gerardo Morales o Manes-, lo que podría derivar en que sus bloques queden dizmados.

"Hay que arreglar las listas con Patricia ahora porque después nos van a cagar", le advirtió Alfredo Cornejo a algunos correligionarios en la previa de la foto con la ex ministra que enfureció a Gerardo Morales. Ese encuentro fue propiciado por Mauricio Macri.

La pelea entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Macri no sólo divide al PRO, sino que también le pega al radicalismo en su línea de flotación. El motivo es simple: la UCR necesita renovar 21 de sus 45 bancas en Diputados y 6 de sus 18 escaños en el Senado.   

"Fórmulas presidenciales hay dos, la de Bullrich y la de Larreta", aseguran desde Juntos. Allí se refieren a las postulaciones de Gerardo Morales y Facundo Manes como "intentos para instalarse" y desde ahí pelear la candidatura a vicepresidente. Según una encuesta publicada por LPO el neurocientífico tiene 3% de intención de voto, otros sondeos le dan 5%. El jujeño tiene registros similares, pero en su entorno creen que con una buena campaña puede trepar hasta los diez puntos. Son números que preocupan a la UCR. 

En las elecciones nacionales la boleta presidencial va pegada a la de los legisladores nacionales. Con boleta corta las posibilidades de éxito se reducen de manera considerable.   

Lo que los politólogos denominan "arrastre presidencial" podría hacer que el radicalismo pierda 18 de las 21 bancas que pone en juego este año. Hay distritos como la provincia de Buenos Aires donde algo más del 3% de los votos garantizan una banca. En Córdoba y Santa Fe ese porcentaje es más cercano al 10% y en la Ciudad cercano al 8%, aunque por el sistema D'Hont, puede ser algo menor. Pero en ningún caso un 3% de los votos otorga una banca. Ese panorama es aún peor en las provincias con menor cantidad de electores.

La discusión hacia adentro de Juntos está centrada en la posibilidad o no de que las listas de legisladores nacionales puedan colgarse de cualquier candidato presidencial, la famosa boleta V que piden los intendentes del PRO para la Provincia y que los habilitaría a acompañar cualquier fórmula presidencial.

La "boleta V" es un problema para Larreta y Bullrich, porque con ese diseño no pueden garantizar que los candidatos locales les "cuiden" sus votos. Además, tienen muy pocos incentivos para repartir lugares en las listas si saben que solo con sus boletas pueden garantizarse al menos 60 o 70 senadores propios. Así, en caso de ser gobierno, esquivarían un escollo que sufrió Macri durante su presidencia: la necesidad de negociar todos los proyectos en el Congreso.

La contradicción del radicalismo es que tiene mucha más estructura territorial, pero no tiene candidatos de peso a nivel presidencial. Esa certeza también esconde una debilidad del PRO. Si no hay lugares en las listas, hay mínimas chances de que la Convención Nacional del radicalismo apruebe una alianza con el PRO y Juntos podría implosionar. Eso es un problema para Bullrich y para Larreta.

La Convención Nacional aún no tiene fecha y es posible que no la tenga hasta que se solucione el conflicto por las boletas. Se supone que Morales tiene un acuerdo con Larreta para acompañarlo en la fórmula. ¿Sólo con eso puede conseguir el apoyo de todo el partido?

Como contó LPO, Morales y Emiliano Yacobitti buscan acordar la plataforma política de Juntos antes de las Paso. También quieren cerrar los puestos en un eventual gobierno. Saben que negociar con el resultado puesto puede ser una maniobra riesgosa.

En la reunión con diputados y senadores de la UCR que realizó en Mendoza, Cornejo les dio a entender a sus correligionarios que durante su gestión como titular del radicalismo no había habido conflictos para acordar lugares en las listas con el PRO. El candidato a gobernador de Mendoza dijo una verdad, pero omitió otra.

En 2019 los liderazgos políticos y territoriales en Juntos eran muy claros y no hubo necesidad de internas para definir los candidatos y en 2021 como eran legislativas pesaban los liderazgos locales donde el radicalismo es más fuerte, por eso las listas se consensuaron relativamente rápido y en varios distritos el PRO cedió lugares. Ahora las boletas de diputados y senadores nacionales van colgadas de la fórmula presidencial y despegadas de las elecciones provinciales, esto deja a los candidatos locales rehenes de lo que mida la fórmula.

El problema de la UCR también alcanza a la Coalición Cívica que, entre otros, pone en juego las bancas del titular del partido, Maxi Ferraro. Hasta ahora, cuando hubo que definir las listas hubo lugares para todos. Es una incógnita para el radicalismo si esa generosidad se mantendrá este año o habrá que buscarla en otros horizontes más cercanos al peronismo.

(La PolíticA On - LinE)