Advierten que para movilizar el sistema hídrico es necesario que llueva en Bolivia
Luis María de la Cruz, admiinistrador del Sistema de Monitoreo y Alerta Participativo de la cuenca Pilcomayo, dialogó con Radio Uno sobre la crítica situación del río Pilcomayo.

"Tuvimos uan situación muy critica desde finales de la primavera porque se cortó el flujo de agua por falta de lluvia en la cuenca alta, desde mediados de diciembre comenzó a llover y eso dio un respiro, comenzó a ingresar agua nuevamente a los canales de Argentina y Paraguay", explicó de la Cruz.
Añadió que "en estos momentos, el agua está ingresando muy despacio, ya se encuentra entre Quemado Nuevo y Fortín Soledad, lo que todos observamos es que la gran sequia que tuvimos no se resuelve con este pequeño flujo de agua que está entrando y aunque se produjeron algunas lluvias los niveles son muy bajos".
Advirtió que en diciembre no se produjo la creciente que se daba de manera anual por lo que los niveles están muy por debajo de lo esperado para esta época.
"Esperamos que llueva en Bolivia, las lluvias locales ayudan, son un paliativo muy local pero no generan volumenes suficientes de agua para movilizar todo el sistema hidrico de Formosa. Lo que moviliza el sistema hídrico son las precipitaciones en Bolivia", cerró.
¿La lluvia llega en abril?
El meteorólogo de Las Lomitas, Fernando Alegre, explicó acerca del fenómeno de La Niña y señaló que abril sería el mes del año en el que volverían las precipitaciones con normalidad.
Alegre comentó que "las lluvias que se produzcan acá no son de gran influencia, necesitamos que llueva mucho en la zona central del Paraguay y en Bolivia para alimentar los ríos".
"La Niña comenzaría a ceder a partir del mes de febrero y traería consigo una normalización en las condiciones climáticas pero recién veríamos la normalización en abril cuando se produzcan las precipitaciones", agregó.
Tras remarcar que la sequia es histórica a nivel mundial, el meteorólogo explicó que La NIña tiende a registrar lluvias por debajo de lo normal y que es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical en los vientos, la presión y las precipitaciones.