A un año del cambio de Gobierno, la Casa Rosada y el Congreso padecen una crisis política que se profundizará durante la campaña presidencial
La condena a Cristina Fernández de Kirchner exacerbó las diferencias entre el oficialismo y la oposición, trabó las posibilidad de establecer un agenda parlamentaria de mediano alcance y afectó el comportamiento interno del Gobierno

El Presidente, la Vicepresidente y cada integrante del Gabinete Nacional ya están preocupados por su futuro político, cuando falta un año para la asunción del nuevo Gobierno y la incertidumbre electoral condiciona los movimientos de los principales protagonistas del Frente de Todos. Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y los 19 ministros - contado Juan Manzur- planifican sus propios movimientos partidarios, mientras la gestión languidece con actos protocolares que suceden sin pena ni gloria.
Ya no es un secreto de Estado que Alberto Fernández y CFK apenas se hablan y tienen proyectos diferentes para los comicios generales de 2023. El Presidente desea su reelección, la vicepresidente anunció su ausencia en la próxima contienda electoral, y los dos juntan sus propias fuerzas para definir el futuro del Frente de Todos.
La ausencia de un sólo proyecto en el vértice de poder causó una estampida entre los ministros del Gobierno. Cada uno atiende su juego y se limita a cumplir las órdenes formales que no impliquen alineamiento con las dos fuerzas en pugna. En los distritos de conurbano y en las provincias peronistas, Alberto Fernández y Cristina no suman votos para preservar el territorio.
La anomia política en el Gobierno que provoca la inexistencia de un proyecto único para los comicios de 2023 se agrava con los planes personales de las principales ministros que actúan en la Casa Rosada. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, tienen agenda propia y cumplen con la burocracia para evitar males mayores.
Manzur cuenta las horas para regresar a Tucumán como gobernador y hacer campaña para convertirse en vicegobernador electo a mediados de mayo de 2023. El jefe de Gabinete sólo tiene una relación formal con Alberto Fernández, y no descarta su nominación como candidato a Presidente si puede juntar una alicuota del peronismo.
"Wado" de Pedro también pretende suceder a Alberto Fernández y una parte de su agenda cotidiana se enfoca en cumplir ese sueño político personal. El ministro del Interior tiene poco diálogo con el jefe de Estado y aguarda que Cristina -su líder natural- lo señale como el candidato a presidente de La Cámpora y aliados afines.
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