Cómo funciona la maquinaria de desinformación impulsada por los regímenes de Venezuela y Rusia
Un informe realizado por Transparencia Venezuela afirma que la cooperación comunicacional entre Caracas y Moscú creció desde el inicio de la invasión a Ucrania

Son pocos los aliados que le quedaron a Vladimir Putin desde el pasado 24 de febrero, cuando ordenó iniciar la invasión a Ucrania. Pero la alianza con la dictadura venezolana no sólo se mantiene, sino que cada vez es más estrecha. La cooperación entre ambos regímenes se da en los campos más diversos, desde la defensa, la política y la economía. Sin embargo, lo que cada vez tiene mayor preponderancia y penetración es la sofisticada maquinaria de desinformación impulsada por Moscú y Caracas.
El dictador Nicolás Maduro es uno de los pocos que apoya públicamente al jefe del Kremlin desde el inició de la guerra en Ucrania. En su informe "Rusia y Venezuela, aliados para desinformar", la ONG Transparencia Venezuela sostuvo que desde entonces el aparato comunicacional del Estado venezolano ha estado al servicio de la propaganda rusa, "lo que beneficia sus esfuerzos bélicos".
La influencia rusa en Venezuela no es reciente. Desde su llegada al Kremlin, Putin optó por jugar fuerte en un área de influencia de Estados Unidos, como es América Latina. Ya en ese entonces consideró que el de las "comunicaciones" era un ámbito fundamental.
En 2008, Rusia invadió Georgia, otra de sus ex repúblicas. El entonces presidente venezolano Hugo Chávez, durante una visita a Moscú en septiembre de 2009, anunció el reconocimiento de los territorios controlados por las tropas rusas en el Cáucaso del Sur, mientras gran parte de la comunidad internacional y los medios occidentales condenaron el accionar de Moscú.
Casi en simultáneo, Rusia desplegaba un fuerte apoyo en el plano de las comunicaciones a los intereses de los gobiernos de izquierda de América Latina. Este respaldo para los intereses geoestratégicos de Venezuela fue bien recibido en Caracas. Y, según indica el informe, ese "sería solo inicio de un trabajo conjunto en la materia".
En 2005 Venezuela ya había impulsado la creación de la cadena Telesur. Chávez consideraba necesario contar con una "artillería comunicacional que permitiera dar una mirada diferente de los procesos políticos de izquierda en el mundo y narrado en español".
Una persona que trabajó hasta 2014 en Telesur aportó, bajo condición de anonimato, su testimonio para el informe, y afirmó: "Telesur representaba el gran centro de acercamiento de otros países para llegar a América Latina. No había tanto un interés periodístico, sino por la construcción de la relación. De esta forma, Telesur sirvió de catapulta para la penetración de canales como RT o de medios árabes como Al Mayadeen".
Esa fuente indicó que los vínculos entre las cadenas rusas y venezolanas "se fueron estrechando con el tiempo".
El reporte elaborado por Transparencia Venezuela remarca que para Russia Today lo importante no parece ser tanto la verdad periodística, sino la narrativa de acuerdo a los intereses del Kremlin.
El venezolano Edgar Espinoza trabajó entre septiembre de 2011 y septiembre de 2013 en las oficinas de RT en Moscú. Desde su residencia en España, también aportó datos sobre cómo opera la red de desinformación rusa: "Los gobiernos que tenían una afinidad con Vladimir Putin tenían un mejor tratamiento a la hora de reflejar las noticias. Si ocurría algo negativo, trataban de darle un matiz un poco más positivo, de buscar otros expertos, personas o analistas para dar un punto de vista más favorable a esos gobiernos".
"Estos canales como RT y Sputnik se forman en su mayoría por gente que no son periodistas. Son personas que tienen cierta lealtad y fidelidad hacia el gobierno y los ponen en esos puestos para que nada se les vaya de las manos, porque la prioridad es dar el punto de vista de Rusia. Hay chicos que estudian filología o economía y luego aprenden un poco de español e inmediatamente los ponen a trabajar como redactores o periodistas", agregó Espinoza.
Dijo, además, que en el tratamiento informativo hay una especie de contrato no escrito: "Se sabe que hablamos bien de los países que son afines a Rusia, y no tan bien de los gobiernos que critican a Rusia. Entonces, ya no hay que fijar una línea editorial directamente, sino simplemente todos la asumen".
Con el correr de los años, y con una alianza cada vez más estrecha, en Venezuela los medios del sistema público de comunicación se han convertido en habituales replicadores de los contenidos producidos por las plataformas rusas. Piezas informativas de RT en Español son habitualmente utilizados en noticieros locales, particularmente de la estatal Venezolana de Televisión.
Pero no sólo se replican los contenidos rusos; los medios estatales venezolanos también acogen las narrativas en sus noticieros y programas informativos. De esta forma, atacan a todo aquel país que no es aliado, principalmente Estados Unidos, al que presentan como "nación imperialista, de corte racista, explotadora de las naciones más pobres, mientras Rusia y sus aliados, formarían parte de las fuerzas progresistas que abogarían por los derechos de las clases trabajadoras".
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