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Encendidos

Copa de la Liga: con tres penales, River goleó 4-0 a Gimnasia en el Monumental, a una semana del superclásico

Enzo Fernández convirtió el primero a los 28 minutos del primer tiempo; aumentó Julián Álvarez a los 44; Juanfer Quintero hizo el tercero a los 26 del segundo; Romero, el cuarto, de jugada en el final

Brian Romero festeja su gol, fue el único de jugada.

Dentro de su variado repertorio ofensivo, esta vez River tiró de su catálogo de ejecutantes de penales. Tuvo tres y de ellos se encargaron sucesivamente Enzo Fernández, Julián Álvarez y Juanfer Quintero. Variedad para la eficacia, en este River que aúna riqueza en el plantel e identidad de juego. El único gol de jugada para el 4-0 a Gimnasia llegó sobre el final, con Braian Romero.
Con una goleada ante un rival al que fue desgastando y sometiendo progresivamente con sus recursos futbolísticos e intensidad atacante, River preparó de buena manera el superclásico del domingo próximo ante Boca, en el Monumental. Sus hinchas se llevaron señales auspiciosas para volver dentro de siete días, mientras River se mantiene en el primer puesto de la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional, junto con Unión.
El equipo de Marcelo Gallardo, que en la semana había avanzado en la Copa Argentina al golear 5-0 a Laferrere, obtuvo 13 de los últimos 15 puntos, tras perder en el debut contra Unión en Santa Fe. El Lobo está en una caída pronunciada: solo sumó una unidad de las últimas 12 y se le viene Estudiantes.
Los refrescos de River combinan para suplicio de un Gimnasia entregado, sin respuestas. Palavecino y Paradela se encontraron por la izquierda. Rey tapó el remate del ex-Gimnasia; la pelota le quedó a Braian Romero, que de media vuelta definió alto. Un gol que le da confianza a un delantero que perdió lugar entre los titulares a partir de que Gallardo opta por reunir volantes ofensivos y dejar a Álvarez como única punta.
Rey se multiplica para evitar que la goleada sea mayor. Le tapa una definición a Paradela. El partido es historia y en las tribunas del Monumental ya se empieza a palpitar el superclásico del próximo domingo ante Boca.
Con el partido definido, Gallardo empezó a cuidar piezas para el superclásico. Reemplaza a Álvarez, Enzo Pérez, Barco y Enzo Fernández. Entran Romero, Zuculini, Palavecino y Paradela. A todo esto, River no afloja en ataque, mientras en Gimnasia solo se mantiene en pie Rey, que les tapa el gol a Simón -aún no convirtió en primera división- y a Romero.
La fórmula de River es el penal. Los provoca ante una defensa rival que no toma los recaudos ante jugadores que reaccionan más rápido. Ahora el que queda expuesto es el ingresado Enrique, que al intentar un ampuloso despeje permite que Julián Álvarez lo anticipe desde atrás. En vez de entrarle a la pelota, el zaguero de Gimnasia volteó al delantero. Tercer penal. Sigue la rotación de ejecutantes. Quintero lo tira a la derecha de Rey, que no estuvo ni cerca en ninguno de los tres remates.
"Para adelante", fue el grito de Gallardo ni bien Paulo Díaz cortó de cabeza un avance. Le hicieron caso. Quintero largó una asistencia de 30 metros para el desmarque de Álvarez, que no estuvo lúcido ante la salida de Rey. Se trabó y enredó con la pelota, lo que le permitió al arquero neutraliza el avance.
River saca provecho de la profundidad de su plantel, con mucha riqueza en el sector de la creación. De la Cruz, que casi nunca desentona por su compromiso para jugar y luchar, es reemplazado por el colombiano Juanfer Quintero. Más piernas frescas para la elaboración de River.
Fiel a su filosofía de no dormir los partidos, aun cuando lleve una ventaja en el marcador, River monopoliza la pelota y juega en campo adversario. El partido pasa a ser tranquilo para el equipo de Gallardo. Barco sigue siendo el mejor, le da lo que el entrenador esperaba de él con su llegada: desequilibrio en el uno contra uno, gambeta y aceleración. Leo Morales lo tuvo que parar con un foul que le valió una tarjeta amarilla.
Molesto en algunos momentos del primer tiempo con los fallos del árbitro Mastrángelo, Pipo Gorosito busca reacomodar su equipo para el segundo con un cambio en la defensa (Guillermo Enrique por Gerometta) y otro en la línea media (Nery Leyes por Cecchini).
Sin influencia de su jugador más veloz e incisivo, el colombiano Carbonero, Gimnasia apostó al juego aéreo. También con la pelota detenida, que River defiende tirando la línea del off-side un par de metros afuera del área grande. Igual, Fratta conectó un cabezazo que se fue por encima del travesaño.