Pasaron casi dos años y todavía no hay protocolo de seguridad establecido, pero hoy se reabren las fronteras con Paraguay
Casi con presión, por las demandas de varias partes, el gobernador Gildo Insfrán tuvo que solicitar la reapertura de las fronteras con Paraguay. Mientras en el mundo todos se ponen en alerta por el avance de la variante ómicron, y del otro lado hay un país con menos del 50% de la población vacunada, Formosa en particular se expone a una reapertura de la frontera con Paraguay, innecesariamente.

Este lunes, y tras casi dos años cerradas, las fronteras entre Argentina y Paraguay, en los cruces de Falcón-Clorinda y Alberdi-Formosa, la provincia abrirá el paso vecinal común con la República del Paraguay.
Así lo informó el embajador de Argentina en Asunción, Domingo Peppo, quien agradeció las gestiones al presidente Alberto Fernández, al ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay, Euclides Acevedo, y manifestó que el protocolo de sanidad será el propuesto por el Ministerio de Salud de la Nación de la República Argentina.

Vale decir, que los requisitos actuales para el ingreso a la provincia de Formosa, con el aval del Ministerio de Salud de la Nación, exige a las personas que ingresen al territorio, tener el esquema de vacunación completo, haber transcurrido al menos 60 días de alta si ha tenido Covid-19, y en caso de no tener las vacunas completas, se somete a un test rápido de antígenos.
Antes de que se abriera el paso, en noviembre pasado se había informado que la demanda de pasajeros desde Paraguay a la Argentina ya ronda las 2.700 personas, quienes ya compraron sus pasajes para viajar vía Formosa.
Lo cierto, a todo esto, es que no están muy claras las condiciones con las que cada Nación establecerá el corredor sanitario.
Sí, pasaron casi dos años, y no hay protocolo conocido.
Y con un virus que ha mutado a una variante que pone en vilo a toda Europa y gran parte del mundo, desde este lado, se arriesgan con una decisión innecesaria y poco
entendible.
