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Le respondió a Daveta

Pessolano: "El abogado de Ramoa está preocupado por la condena que le pueden dar a su defendido por el hecho que cometió, no por la presión mediática"

El abogado de la familia Puyó, los padres de Sofía (20), que murió trágicamente en marzo del 2019, Jorge Pessolano, le contestó a su colega, el patrocinante de Diego Ramoa, el único imputado y acusado por el hecho; Martín Daveta, quien había dicho que su cliente "está preocupado por la presión mediática que podría influenciar en su sentencia" del próximo 15 de diciembre.

Jorge Pessolano, abogado de la familia Puyó.

Jorge Pessolano, abogado de la familia de la joven Sofía Puyó (20), que perdió la vida el pasado 10 de marzo de 2019 cuando se estrelló el auto en el que viajaba como acompañante de su amigo, Diego Ramoa (25), único imputado y acusado por el hecho, respondió a los dichos del letrado que representa a Ramoa, Martín Daveta, quien afirmó ante este medio que "se podría sentar un tenebroso antecedente" si el tribunal decide aplicarle a su cliente la pena de 16 años que solicitó la querella, a la que calificó incluso de "aberración jurídica".

"Yo creo que tuvo varias expresiones no ajustadas los hechos probados. Primero habló de un hecho lesivo cuando acá lo que hubo fue un hecho luctuoso, donde la víctima sufrió ocho fracturas en la columna, fracturas en varias partes del cuerpo y múltiples heridas, no fue un hecho lesivo, murió una persona y de la manera más terrible", significó el abogado.

Por otro lado, respondió a la acusación que le hiciera su colega respecto a la calificación del pedido de pena y la acusación. "Dijo que la acusación que había realizado y el requerimiento de pena que hice como la parte acusadora privada, es decir de homicidio simple con dolo eventual y la condena de 16 años es una aberración jurídica, cuando incluso el acusador público, es decir el fiscal, también hizo la misma acusación por homicidio simple con dolo eventual, hasta señaló que el acusado había desplegado una conducta criminal; en lo único que difiere fue en el quantum de la pena, que pidió 12 años en vez de los 16 que solicité yo en mi alegato de clausura".

Sostuvo Pessolano que "nosotros probamos con pruebas objetivas y con la aclaración de los peritos, que el acusado desarrolló una velocidad inicial de 145 kilómetros por hora en una avenida donde lo máximo permitido es de 60 kilómetros, y según los informes de los peritos, la velocidad final, es decir, cuando impactó contra el árbol, fue de 124,82 kilómetros".

"Me llama mucho la atención porque durante la audiencia de debate, el doctor Daveta jamás impugnó ninguna prueba que presentamos, no dijo nada. Y es más, los únicos elementos de prueba que usó fueron las testimoniales de dos mujeres, vecinas del acusado, que comentaron que era un chico bueno, un buen vecino, pero son irrelevantes e impropias para el hecho que se está juzgando en este caso", remarcó.

Luego hizo mención a lo que Daveta señaló como un "antecedente tenebroso", indicando que "para mí lo tenebroso sería que no se aplicara en este caso una pena dura. Las penas tienen dos prevenciones; una es la prevención especial que está destinada al individuo que cometió el delito y de acuerdo a las consideraciones pertinentes de cada; y la otra es la prevención general, que está señalada para que no haya más personas que cometan ese tipo delito, que no haya delitos similares. No sé de dónde saca todas esas elucubraciones que manifiesta ahora".

"Influencia mediátiaca" vs un hecho probado

Pessolano también le respondió a su colega por los dichos en que remarcó que su cliente "está preocupado por la influencia mediática que puede llegar a tener la sentencia", indicando que "el primero en salir a hablar o manifestarse apenas pasó el hecho, fue su defendido, y se manifestaba por las redes sociales como si nada hubiera pasado. Creo que la presión mediática o la influencia, la está buscando él y la preocupación pasa por la condena que le puedan dar a su cliente por el hecho que cometió y no por la presión mediática. Porque nunca pudo probar que el hecho un homicidio culposo.

Acá hubo pruebas que señalan que el acusado estaba en pleno uso de sus facultades, tenía conocimiento y discernimiento, salió de su casa normal, hizo llamadas telefónicas –que no les fueron respondidas-, pisó el freno y disminuyó la velocidad en un lomo de burro. Comenzó a desarrollar esa velocidad espantosa tratando de buscar asustar o no sé qué, a la víctima", señaló.

La lectura de la sentencia a Diego Ramoa (25) será el próximo 15 de diciembre. La parte de la querella busca que le den una condena de entre 12 a 16 años, mientras que, por el lado de la defensa del joven acusado, pretenden que el tribunal no haga el cambio de carátula –actualmente es de homicidio culposo doblemente agravado por exceso de velocidad y exceso alcohol en sangre-, y le apliquen el mínimo de la pena, que sería entre 3 a 4 años.

Diego Ramoa está aguardando esta etapa del juicio en su contra alojado en la celda de la Penitenciaría Número 1 de la ciudad de Formosa.