Analía Gon, la madre de Sofía Puyó (20), habló sobre el juicio oral y público contra Diego Ramoa, único imputado –y detenido- en la causa donde se lo acusa por la muerte de la joven en marzo de 2019. "Esperamos mucho por este momento, estamos contando los días. Esperamos que haya una sentencia justa", indicó la mujer.

Según manifestó, el abogado de la familia solicitó primero el cambio de carátula, que actualmente es de homicidio culposo doblemente agravado por exceso de velocidad y exceso de alcohol en sangre por el de homicidio simple con dolo eventual, que prevé penas de entre 8 a 25 años; aunque el pedido al tribunal sería de 16 años.

Asimismo, la mujer comentó que "me quedó grabado algo que dijo el fiscal Schaffer, donde señaló que este no es un juicio contra Diego Ramoa sino un juicio por la memoria de Sofía y contra el desprecio hacia la vida, que acá ha habido una actitud criminal" (sic).

También, cargó contra la defensa del imputado, el abogado Martín Daveta, de quien dijo que "insultó la memoria de Sofía, le faltó el respeto al tribunal pidiéndoles que no se dejen manipular por una familia como la nuestra que cuando no consigue lo que quiere, nos dedicamos a escrachar".

La sentencia contra Diego Ramoa –quien está detenido esperando el veredicto- llegará el próximo 15 de diciembre en primera instancia, luego, y de acuerdo a lo que dictamine el tribunal, la defensa del joven podrá apelar o no el fallo.

Por parte de la familia hay esperanzas de que habrá un fallo ejemplar que satisfaga a sus demandas.

El caso

En la madrugada del 10 de marzo de 2019 Sofía Puyó iba como acompañante en el Peugeot 207 que manejaba Diego Ramoa, quien comenzó a realizar maniobras peligrosas con el vehículo a gran velocidad, hasta que pasando unos metros de la calle Fortín Yunká sobre la Avenida González Lelong, perdió totalmente el control del rodado, haciendo un trompo y estrellándose contra un árbol de la vereda; el auto quedó en sentido contrario de circulación en el que venía.

Producto de este impacto, Sofía Puyó (20) perdió la vida de manera instantánea, mientras que, Diego Ramoa pudo salir por sus propios medios y quedó tendido en el suelo esperando que llegara la asistencia médica.

Luego se corroboró que el joven tenía exceso de alcohol en sangre y que condujo a más de 100 kilómetros por hora. Quedó imputado por homicidio culposo doblemente agravado por exceso de velocidad y exceso de alcohol en sangre.

Actualmente está detenido aguardando el veredicto.