
El 25 de noviembre de 2020 se convitió en el días más tristes de la historia del mundo del fútbol. Ese día murió Diego Armando Maradona. La noticia conmocionó al mundo. A las 12.45 llegó el primer mensaje y a las 13.16 se confirmó.
El astro se encontraba en su casa del barrio privado San Andrés, en el partido de Tigre, y sufrió un paro cardíaco mientras hacia la rehabilitación tras haber sido operado un mes antes de un hematoma subdural.
El triste final del Diez comenzó el 2 de noviembre. Ese día debió ser trasladado a una clínica de La Plata por un "bajón anímico que afectó su alimentación", pero con el paso de las horas se decidió que sea llevado a la Clínica Olivos para una operación de urgencia.
Así fue como le detectaron el hematoma subdural en su cabeza y fue intervenido quirúrgicamente. Superó la operación con éxito y su médico personal Leopoldo Luque, quien luego quedó en el centro de las críticas por su accionar, confirmó que debía seguir internado.
Poco tiempo después, el 11 de noviembre, Maradona fue dado de alta y se optó por que continúe con su recuperación en su casa en Nordelta. Sin embargo, el desenlace fue el más temido por todos y casi un mes después de su cumpleaños, perdió la vida.
Cómo fue el día de la muerte de Maradona
El cuerpo del campeón del Mundial de México '86 dijo "basta" y se descompensó mientras dormía. Alrededor de las 11.30, cuando fueron a despertarlo, ya no reaccionó a los intentos de reanimación. En los últimos días que precedieron su muerte, sus familiares y allegados lo habían notado deprimido, ansioso y muy nervioso. Incluso se había reflotado la idea de trasladarlo a Cuba, donde años atrás se había internado para tratarse por su adicción a las drogas.
No obstante, al ingresar a la habitación se percataron de que no reaccionaba e inmediatamente quienes se encontraban en la casa comenzaron a realizarle maniobras de reanimación, pero no fue suficiente. Según la autopsia, estuvo 12 horas en agonía y si hubiera sido atendido antes podría haberse evitado su deceso.
Después del mediodía, Leopoldo Luque, neurocirujano y médico de cabecera del astro del fútbol, llamó al servicio 911 para pedir una ambulancia. Pomargo, hizo lo propio y solicitó una a la empresa de medicina prepaga Swiss Medical. La ambulancia tardó 11 minutos en llegar a la casa donde vivía Diego Maradona.
El vecino del country que atestiguó su muerte contó en el podcast "Los Últimos Días de Maradona" que cuando ingresó en la casa automáticamente lo llevaron a la habitación, que estaba al lado de la cocina. "Estaba acostado, sobre el lado derecho de la cama, con la cabeza contra el ventanal. Parecía que estaba durmiendo".
"Me acerco a tomarle los signos vitales, y al tocarlo tenía un sudor frío característico de una persona que estaba sin vida más de dos o tres horas. Intenté tomarle los signos vitales, escuchar con el estetoscopio, utilicé el tensiómetro... pero no se podía encontrar ningún signo vital", recordó. Finalmente, después de las 13.10, el médico de la ambulancia, tras hacer maniobras de RCP y no poder reanimarlo, constató la muerte de Maradona.