Maravilla Martínez mostró vigencia a los 46 años, venció al británico Rose y sueña con una pelea por el título del mundo
El argentino ex campeón del mundo se impuso por decisión unánime en las tarjetas ante un rival diez años menor en lo que fue su tercera pelea tras el retorno al boxeo

Aquel que espera ver al Sergio Maravilla Martínez que hace más de una década brilló contra Paul Williams, seguramente se sentirá decepcionado con la reaparición del pugilista. Pero el análisis en el contexto debe ir más allá del recuerdo: el argentino, a los 46 años, volvió a mostrar su vigencia con las deficiencias lógicas de su edad y se quedó con el combate ante Brian Rose con lo justo a través de las tarjetas.
Martínez peleó contra un rival diez años menor que mostró una derecha potente. Lejos de la agilidad de aquel que dominó la escena del boxeo mundial hace varios años atrás, Maravilla dejó en claro que su estado físico lo acompaña aunque le falta “tiempo y distancia”, como él mismo reconoció. El argentino se apoderó del triunfo en las tarjetas (97-94 x 2 y 96-94) y sumó su tercera victoria desde que decidió retornar a los cuadriláteros en agosto del año pasado ante el español José Miguel Fandiño, que luego le abrió la puerta a la pelea contra el finlandés Jussi Koivula en diciembre pasado.
“Ojalá tenga un combate dentro de poco para seguir ganando esto de la distancia y el tiempo. Me faltaba ritmo. Ojalá pronto haga un combate porque de acá voy a buscar el mundial. Sé que es difícil, pero nada es fácil en la vida. Tengo que seguir trabajando. La pandemia nos liquidó. Me postergaron varios combates desde marzo y eso es complicado de afrontar. Se pierde tiempo y distancia”, reconoció el pugilista tras el combate.
Es cierto que tal vez esté lejos todavía del nivel de un campeón mundial, pero el nombre de Martínez respalda su esperanza de estar en el corto plazo alguna vez en un combate por el cinturón: “No se puede construir un castillo en dos días, a un campeón en dos años. Estuve varios años parado y de repente se me ocurre volver. Paciencia, los campeones se construyen. No nací campeón, me construí campeón en una época. Si están apurados, lo siento mucho por ustedes pero yo tengo paciencia”.
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