Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.elcomercial.com.ar/a/10225
PANDEMIA

Por qué el masitinib puede ser la “bala de plata” como tratamiento contra el Covid

Logró hacer descender la carga viral hasta 200 veces, en un estudio en ratones, según un estudio publicado en Science. Cómo actúa para frenar la infección.

La noticia es prometedora y acaba de salir en la prestigiosa revista Science: investigadores estadounidenses, partiendo de una biblioteca de casi 2.000 drogas antivirales, seleccionaron las mejores candidatas contra el Covid y encontraron una a la que ahora apuestan con optimismo, ya que generó una reducción de más del 99% de la carga viral en ratones. Se llama masitinib.

 
Si bien hablamos de fase preclínica -o sea que se hizo en animales-, el masitinib ya está siendo probado en humanos en otra investigación que se realiza en un hospital de Francia. Volveremos sobre este punto al final de estas líneas.

Volviendo al paper de Science (“Masitinib is a broad coronavirus 3CL inhibitor that blocks replication of SARS-CoV-2”, o “Masitinib es un inhibidor amplio de 3CL del coronavirus, que bloquea la replicación del SARS-CoV-2”), es resultado de científicos de las Universidades de Chicago y de Duke.

El trabajo promete no solo porque confirmó una disminución de los títulos virales de los ratones de hasta 200 veces, sino porque probó que la acción para llegar a esa reducción podría exceder las particularidades de las variantes de Covid. Es decir, iría por un carril distinto.

¿Qué hace el masitinib en su interacción con el coronavirus? Inhibe una de las enzimas del SARS, crucial para su replicación: la proteasa viral.

Esa inhibición de la proteasa es el blanco de acción de la droga. Se llama 'proteasa' porque de algún modo 'corta' proteínas grandes en pedazos más pequeños”, explicó el bioquímico Jorge Quarleri, “virólogo” investigador Principal del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS).

Y, fiel a su campo de especialización, Quarleri explicó que “la terapia para el VIH que se utiliza hoy usa drogas que, igualmente, inhiben la proteasa de ese virus”.

De “in vitro” a “in vivo”
El paper aclara que, además de la reducción de los títulos virales, “hubo una reducción de la inflamación pulmonar”. Como es esperable para un medicamento de este tipo, los autores sugieren, hacia el final del paper, que la acción del medicamento podría ser más beneficiosa mientras más temprana sea su administración.

Por cierto, se hace por vía oral, y los resultados positivos se vieron tras 6 días de medicación, con una dosis parecida a la que hubiera recibido un humano.

“Es claro que la utilidad que proponen es para la etapa aguda de la enfermedad”, aclaró Quarleri y, siempre en el plano hipotético, esbozó que un esquema posible de administración podría ser "luego de la aparición de los primeros síntomas por Covid o, quizás, tras confirmar haber sido contacto estrecho de un caso positivo".

En un contexto en que la muy contagiosa variante Delta avanza a pasos agigantados generando nuevas oleadas de infectados, hay que remarcar que, en la fase “in vitro” del ensayo, los científicos probaron la eficacia del fármaco contra las variantes Alpha (“ex” Reino Unido), Beta (ex Sudáfrica) y Gamma (ex Manaos).

No obstante, dijo Quarleri, “la proteasa no se puede permitir cambiar o mutar demasiado porque eso le haría perder la capacidad para desempeñar su función. Por eso las proteasas virales suelen ser un blanco apetecible de acción”.

Desde ya, por muy prometedora que sea la droga, no se puede asegurar que alguna variante nueva desarrolle una “resistencia natural” a la acción del masitinib. En palabras de Quarleri, “quedará por ver si el sitio bien definido de unión del masitinib a la proteasa viral muestra cambios entre las variantes”.

CLARIN