
Respecto de este tema, aseguró que: “No hay mano dura, ni gatillo fácil, ni pena de muerte, ni nada parecido. El reglamento sobre uso de armas de fuego por parte de nuestras fuerzas de seguridad para casos donde está en peligro la vida de los ciudadanos no es ni inconstitucional ni viola los derechos humanos. Hablar en esos términos es parte del camino facilista y simplista.
Esto es dar equilibrio y certidumbre a nuestras fuerzas de seguridad federales y a la gente. El principio debe ser el respeto a la ley y la protección de los ciudadanos. Es una distorsión que sea al revés, y las fuerzas de seguridad estén más preocupados en perder su trabajo o ir presos que en reestablecer el orden ante el peligro o riesgo de vida de un ciudadano o de él mismo”.
Agregó además que: “Con esta reglamentación el Poder Ejecutivo por primera vez esta brindando una normativa clara y estricta, basándose en el código de conducta para funcionarios policiales de la ONU,sobre como y bajo que circunstancias las fuerzas de seguridad pueden hacer uso de armas letales, de ninguna manera con esta normativa se está avalando una política de gatillo fácil o se esta decretando una pena de muerte.Sino que se genera un marco normativo que brinda una previsión sobre como actuaran las fuerzas en determinadas circunstancias, frente a un riesgo de vida.
Estas pautas, rigen en la mayoría de los países del mundo y de la región, como Uruguay, Chile, México, Paraguay y Estado Unidos. No tiene absolutamente nada que ver con la pena de muerta y va a servir para cuidar a la gente y a nuestras fuerzas de seguridad”.
Explicó que: “De esta manera también estamos dando una respuesta a un reclamo de parte de la sociedad que exige al Estado que los cuide de los hechos de violencia que venimos viviendo en Argentina ya que nuestros agentes de seguridad prácticamente no podían utilizar sus armas para defenderse o defender a los ciudadanos, ni siquiera para impedir la comisión de un delito que atentara contra la vida o la integridad física de terceros ya que debian esperar a ser atacados por los delincuentes para poder utilizar sus armas”.
Finalmente dijo que: “También tenemos que tener en claro las funciones de las fuerzas de seguridad y brindar a ellas, herramientas, no solo bélicas, sino también legales, para que puedan cumplir de la mejor manera su función principal que es defender a los ciudadanos de los ataques que en su contra puedan perpetrar la delincuencia. No se trata que las fuerzas puedan actuar solo en legitima defensa, sino que cumplan su deber constitucional de proveer seguridad a la población.
Y por último quiero dejar en claro que de ninguna manera se modifica la situación vigente ante manifestaciones o protestas, para la cual sigue establecido el uso de armas no letales#.