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Automovilismo

Colapinto, la historia continúa: el piloto argentino fue oficializado por Alpine y seguirá en la Fórmula 1 durante 2026

Con un comunicado, la escudería con sede en Enstone anunció que el pilarense, de 22 años, ocupará la segunda butaca

Con Alpine, Franco Colapinto tendrá por primera vez la oportunidad de participar de los test de pretemporada de la Fórmula 1 y adaptarse a un coche que ofrecerá en 2026 un radical cambio técnico y de motores Crédito: CLIVE MASON - GETTY IMAGES NORTH AMERICA

La confirmación era una cuestión de tiempo, porque al anuncio solo le restaba certificar la fecha. Por tercer año consecutivo, Franco Colapinto será piloto de Fórmula 1, aunque por primera vez tendrá la oportunidad de iniciar una temporada en el Gran Circo, después de su irrupción en 2024 con Williams, en reemplazo de Logan Sargeant, para las últimas nueve fechas, y de tomar la butaca de Jack Doohan en el actual curso, en el Gran Premio de Emilia Romagna, séptimo episodio de la aventura. El pilarense, de 22 años, fue ratificado por Alpine con contrato para todo 2026 y acompañará al francés Pierre Gasly en el garaje de la escudería con sede en Enstone.

La primera pista la dio el equipo mediante un posteo en redes sociales. "¿Hiciste los cálculos?", era el mensaje que acompañaba una placa con la fecha 07 11 25, coincidente con este viernes. La suma de esos tres números da 43, el número que usa Franco. ¿Otra pista? Sean Summers, hombre fuerte de MercadoLibre, principal sponsor de Colapinto, tuiteó la imagen de la compra de un bolígrafo a través de la plataforma y la frase "llega mañana", en velada alusión a la firma del contrato. Y este viernes, exactamente a las 10.43, Alpine confirmó la noticia con otro tuit.

La oficialización de Colapinto derriba los múltiples rumores que se instalaron en un pasaje del año y que se fueron apagando a medida que el argentino emparejó los resultados en el mano a mano que los pilotos desatan con su compañero de estructura. El receso de medio año resultó un campo que energizó a Colapinto, que regresó renovado, seguro, con más confianza y, desde entonces, enseñó una mejor adaptación al crítico modelo A525, un auto que tuvo escasas actualizaciones aerodinámicas –el equipo dejó de desarrollarlo para enfocarse en el coche de 2026- y que se hundió en el fondo del Mundial de Constructores.

La última visita a México ofreció indicios de que a la negociación le faltaban las firmas: Flavio Briatore, asesor ejecutivo y hombre de máximo poder en la toma de decisiones de Alpine, y el team principal Steve Nielsen bajaron el martillo, luego de observar el progreso demostrado, y así sentenciaron las escasas esperanzas que atesoraba el estonio Paul Aron, piloto de reserva y de pruebas, que en el circuito Hermanos Rodríguez tomó parte de la primera práctica libre (FP1), actividad con la que se abrió el cronograma en la pista en México. El descarte de Doohan para 2026 solo dejaba al europeo con posibilidades, aunque en el único test que tuvo en pista con Colapinto en un gran premio, el pilarense hizo gala de su mayor experiencia al establecer una diferencia de 531 milésimas en la FP1.

La valoración que ejecutó Alpine es mucho más abarcadora que la simpleza que reflejan los resultados de los grandes premios o la tabla de posiciones del Mundial de Pilotos. Derrumbados en los últimos casilleros del clasificador en las carreras, los pequeños destellos que Colapinto y en particular Gasly -en el primer segmento del calendario- ofrecieron en las pruebas de clasificación se impusieron como datos fiables para trazar análisis. La gestión de los neumáticos y el ritmo de carrera fueron dos factores favorables que el argentino explotó a partir del Gran Premio de Países Bajos, con el que la F.1 retomó el calendario.

A diferencia de lo que ocurrió con Williams, en Alpine dibujó una curva ascendente en el último tramo del año, una evolución que fue contraria al declive que evidenció en su temporada de estreno con los autos de Grove, donde los accidentes le quitaron brillo a las sorprendentes actuaciones en sus primeras carreras.

La madurez para lidiar con los agentes externos que se cruzaron en el tiempo en el que Gasly lo aventajó, situación que era inflamada por los detractores que utilizaron la ausencia de una definición sobre quien tomaría el segundo asiento –el francés fue ratificado con un contrato multianual- en 2026, un punto positivo que demostró Colapinto. "Estoy haciendo mucho trabajo fuera del auto y creo que, hasta ahora en mi carrera, es el año en el que más hice. Es complicado cuando no se conoce bien el auto y cómo se comporta el coche con cada cambio de set-up. No tener muchos años de experiencia manejando este auto me afecta, pero sigue siendo un aprendizaje constante", expuso Colapinto en Ciudad de México, donde estuvieron sus managers María Catarineu y Jamie Campbell-Walker; también los representantes de Mercado Libre, empresa que se asoció a Alpine en febrero pasado para apoyar la campaña del argentino.

En los momentos complejos, el deseo de instalar nombres en Alpine fue un juego psicológico que Colapinto logró repeler en la pista sin enredarse. En la lista de candidatos se sucedieron el mexicano Sergio Checo Pérez y el finlandés Valtteri Bottas –ambos firmaron con Cadillac, que será la undécima escudería el próximo año-, mientras que la figura de Doohan fue reanimada, pero sin éxito. Las pruebas de Aron no resultaron lo suficientemente convincentes para poner en apuros al pilarense.

En el análisis que el piloto hizo sobre las experiencias con Williams y ahora en Alpine, respecto de cómo adivinaba su futuro, exteriorizó señales de que los avances para firmar el nuevo contrato estaban encaminados. "Es bastante diferente. Estoy intentando trabajar con el equipo y entender muchas cosas para el próximo año y la próxima temporada. Estoy trabajando muy bien con los ingenieros y los mecánicos, y sé que voy a seguir trabajando con la misma gente en el futuro", comentó, rumbo a una temporada en la que la F.1 enseñará un cambio radical en el reglamento técnico y de motores, donde Alpine tomará un nuevo rumbo al convertirse en equipo cliente de Mercedes y así abandonar los impulsores Renault -se alistaban en la fábrica de Viry-Chatillon-, que desnudaban un déficit de potencia de alrededor de 20 HP, una situación indisimulable en los circuitos.

Las declaraciones de Colapinto en México fueron una semana después de ser actor de una desobediencia a una controvertida orden que salió desde el muro de Alpine en el Gran Premio de los Estados Unidos, donde se pidió que los pilotos mantuvieran las posiciones: Colapinto rebasó a Gasly para terminar en el 17mo puesto del clasificador. El incumplimiento pareció una respuesta a aquel pedido que Briatore hizo en Zandvoort, donde demandó que "esperaba mucho más", en el rendimiento del argentino. La reacción en la pista irritó a Nielsen y el ingeniero británico fue categórico: "Como equipo, cualquier instrucción que se da desde boxes es definitiva y estamos decepcionados de que eso no se haya respetado", disparó.

La tirantez que se generó en unas horas rápidamente se apagó y el piloto aceptó la reprimenda. En un comunicado de prensa expresó el arrepentimiento: "La situación del equipo fue discutida internamente y está claro que las instrucciones deben ser seguidas siempre, pase lo que pase (…)", admitió Colapinto, que en la pista texana había dejado su marca y dado un golpe sobre la mesa con el que demostró su carácter, pero también que el reclamo de no acatar el pedido no era un berrinche de adolescente. El cronómetro no mentía: sus tiempos eran mejores que los de su compañero y con el brasilero Gabriel Bortoleto (Sauber) acosándolo, optó por rebelarse.

Un año crítico desde los resultados, pero una experiencia enriquecedora y con la que alimentó el sueño para que la bandera argentina siga presente en el paddock de la F.1. Colapinto y el Gran Circo, la historia continua.

(La Nación)