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En plena cosecha en Las Lomitas

"No nos cuidamos entre nosotros": un productor formoseño alertó por la falta de unidad y la caída de precios en la sandía

Ricardo "Pancho" Ressler, el mayor productor de sandías de la zona de Las Lomitas, en diálogo con Radio Uno, habló sobre el inicio de la temporada, los costos en dólares y la falta de coordinación entre los productores, que termina afectando al mercado.

El clima acompañó y el campo volvió a moverse en el oeste formoseño. Con la llegada del calor, la temporada de sandías arrancó con fuerza en Las Lomitas, donde los primeros camiones comenzaron a salir rumbo al Mercado Central de Buenos Aires y a Rosario. Ricardo "Pancho" Ressler, productor con más de 60 hectáreas sembradas, contó que el trabajo no se detiene, aunque advirtió que los números están ajustados y el panorama general no es el mejor.

"Los precios están igual que hace tres años, pero los insumos subieron en dólares. Semillas, agroquímicos, materiales… todo eso se paga en moneda extranjera, aunque la gente no lo sepa", explicó Ressler. Según detalló, los costos se dispararon durante el año pasado por la especulación en el sector: "Fue un desastre, hubo abuso, te cobraban lo que querían y encima no te dejaban pagar cuando querías pagar. Este año bajó un poco, un 10 o 15 por ciento en dólares, pero seguimos con márgenes muy finos".

En cuanto a la producción, Ressler señaló que el rendimiento viene bien, aunque aparecen algunas plagas que no se veían desde hace tiempo. "Hay sandías enormes, de hasta 25 kilos, porque estamos probando nuevas variedades", contó, y agregó que también cultiva zapallos y melones, pero que en todos los casos los precios "vienen muy desinflados a nivel país".

Uno de los mayores problemas, según el productor, es la falta de organización del propio sector. "Hace tres días empezamos a cosechar y ya bajamos el 30% del precio. Somos un desastre. No nos cuidamos nada", lamentó. Ressler explicó que los productores compiten entre sí bajando los precios con tal de vender, sin ningún tipo de acuerdo común: "Si no nos cuidamos nosotros, no nos va a cuidar nadie. Somos individualistas todos. Lamentablemente".

El productor recordó que hace veinte años intentaron formar una asociación para ordenar el mercado, pero la iniciativa se desmoronó apenas comenzó la cosecha. "El primer día que se cosecha, se olvida todo lo que hablaste en la mesa", dijo con resignación. "Ya estoy viejo —agregó—, ahora me preocupo por mí y nada más, porque la solidaridad se termina cuando aparece la fruta".

Ressler también cuestionó la falta de políticas de valor agregado: "En Formosa no se industrializa nada. Nada de lo que producimos, ni sandía, ni zapallo, ni melón, se procesa acá. En Mendoza hacen sopa deshidratada, molinos, caldos; industrializan todo. Pero nosotros estamos tan lejos que el flete nos mata".

Finalmente, destacó el compromiso de los trabajadores rurales: "La gente quiere trabajar, siempre hubo gente para la cosecha. No es cierto que nadie quiera hacerlo", aseguró. Con 65 hectáreas sembradas este año, Ressler apuesta una vez más al esfuerzo y la perseverancia. "Es el riesgo que tenemos y en el lugar que estamos, tenemos que pelearla", concluyó.